Rajoy: «A mí nadie me ha pedido un referéndum»

Mariano Rajoy, en su primera comparecencia en el Senado desde junio, ha moderado su respuesta a las exigencias soberanistas de CiU, tras asegurar hace apenas un mes que las pretensiones independentistas eran un solemne "disparate". El presidente del Gobierno, tal vez pensado en clave de precampaña electoral, ha vuelto a tender la mano a Artur Mas para abrir nuevas vías para hablar y escuchar "que es lo que hacen las personas educadas" en un sistema democrático.

La senadora de CiU, Montserrart Candini i Puig, ha acusado al presidente del Gobierno de tener "miedo a la democracia" por no tulerar, como ha hecho el primer ministro del Reino Unido, David Cameron en Escocia, un referéndum en Cataluña.

Rajoy, durante su réplica, ha sido contundente: "A mí nadie me ha pedido un referéndum". El presidente del Gobierno ha dejado claro que no iba a valorar las decisiones que adopte un estado soberano y socio de España en la Unión Europea, como es el Reino Unido, pero ha matizado que esa consulta se va a celebrar "de acuerdo con la legalidad vigente en el Reino Unido, que es como se hacen las cosas en los países sensatos, porque todos estamos sometidos al imperio de la ley".

El presidente ha respondido a Candini que se enteró de las aspiraciones de Mas de celebrar un referéndum "contrario a la ley" a través de los medios de comunicación. De hecho, ha desvelado que Artur Mas, durante la entrevista que ambos mantuvieron en la Moncloa el 20 de septiembre, "no me dijo ni una sola palabra sobre el referéndum, lo único que me pidió fue que yo tenía que aceptar un concierto económico para Cataluña y si no, me tendría que atener a las consecuencias".

Unas consecuencias que, de momento, se han traducido en un adelanto electoral en Cataluña cuando aún no se habían consumido ni los dos primeros años de la legislatura. Rajoy ha explicado a la senadora Candini que él no puede convocar un referéndum, sino que deben ser las Cortes Generales mediante un procedimiento agravado de reforma de la Constitución que tiene sus pasos tasados por la ley: aprobación de la modificación de la Carta Magna por una mayoría cualificada de las Cortes. El siguiente paso debería ser la disolución de esas Cortes Generales y la convocatoria de elecciones generales. Y, finalmente, que las nuevas Cortes vuelvan a ratificar el cambio de la Constitución que permitiría convocar el referéndum.

Candini, por su parte, ha recalcado que "Cataluña no se siente a gusto en España" porque,a su juicio, el Estado "ha faltado al respeto a las instituciones catalanas".