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El regreso de Pedro Rodríguez

El canario, autor de tres goles en Bielorrusia y futuro papá, ha alcanzado la madurez tras un último año de Guardiola complicado

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“¿Por qué no está jugando Pedro? El Barça le echa de menos”. Es habitual en el mundo del fútbol que a mucho jugadores les cueste tener en casa el reconocimiento que sí le profesan en el exterior. Sucedió con Pedro Rodríguez la pasada temporada. Mientras iba desapareciendo progresivamente de las alineaciones de Pep Guardiola sin que eso provocara un debate especial, Wayne Rooney soltó esta pregunta en su cuenta de twitter en el transcurso del partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones que enfrentó en Stamford Bridge a Chelsea y Barça (0-0). Sorprendido por la suplencia de un jugador que había vuelto loco a su equipo en la final de Wembley en 2011 (el canario abrió el 3-1 con un gol), el delantero del Manchester United hizo un comentario que hizo abrir los ojos a todos los barcelonistas.

Pedro, ese atacante incordiante que es también el primer defensa por su intensa presión al rival, logró el viernes en Minsk un espectacular ‘hat trick’ con la selección española ante Bielorrusia (0-4). Lleva siete goles con la ‘roja’, los cuatro últimos picando el balón sobre el portero con arte y maestría. Y colaboró en la conquista de los dos últimos grandes títulos de España: el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012.

Su presencia en el certamen de Ucrania y Polonia fue cuestionada, ya que Del Bosque apostó por él a pesar de una campaña de lo más gris en el Barça. Pero el tinerfeño había llegado como un tiro al final de curso y le respondió con creces al seleccionador nacional. En el Europeo de 2008, donde todo empezó bajo la batuta de Luis Aragonés, todavía era Pedrito, un tinerfeño al que Rijkaard había hecho debutar en el primer equipo del Barça de forma anecdótica en un par de partidos.

Entre aquel jugador al que le sobraba camiseta por todas las partes al que Rijkaard le echó un ojo a sus 20 años y el que ya se ha consolidado a sus 25 años como el mejor complemento de Messi en el Barça y un jugador necesario en la selección, Pedro ha vivido un proceso de madurez al que también contribuyó ese año complicado año a las órdenes de Guardiola, el técnico que apostó decididamente por él al subirle al primer equipo junto a Sergio Busquets en la temporada 2008-09.

Desencuentro con Guardiola

No quedó claro si se debió a una sucesión de pequeñas lesiones musculares que le interrumpieron el ritmo o a una cierta relajación que le costó el castigo, pero lo cierto es que en la temporada 2011-12 Alexis, Cuenca y Tello fueron adelantando poco a poco a Pedro en la carrera por la titularidad entre la indiferencia general. Y eso que Villa estaba lesionado... También contribuyó que en su obsesión por dar cabida a Cesc Fàbregas con calzador en el equipo, Guardiola hizo inventos que obligaban a sacrificar a un extremo, casi siempre a Pedro, pues reciclaba a Iniesta en una banda.

Pedro, tímido fuera del campo, poco mediático por sus declaraciones, meteóricas por lo conciso y respetuosas por no decir tópicas, no se rebeló por su nuevo papel. Lo aceptó con deportividad. Para saber cómo es solo hay que ver su rostro ruborizado en Minsk cuando los representantes de los medios de comunicación le pidieron que mostrara el balón del ‘hat trick’. Simplemente, le daba vergüenza presumir.

Pero al final se despidió de Pep Guardiola con un sincero y emotivo abrazo tras lograr dos goles en la final de la Copa del Rey ante el Athletic (3-0), el último título en la exitosa era del técnico de Santpedor, el hombre que hizo grande a Pedro pese a ese desencuentro en el último año. Y el canario acabó la temporada tan fuerte que fue importante en la Eurocopa 2012 y mantiene la chispa en este inicio del curso 2012-13, respaldado por Tito Vilanova y Del Bosque.

Seguro que a su estabilidad deportiva le ayuda saber que va a ser padre dentro de unos meses. Es Pedro, más crecido, más maduro, más goleador. Rooney ya no tendrá que preguntar más dónde está.