En las entrañas de 'El Rey León'

Por los pasillos que discurren entre las bambalinas del Teatro Lope de Vega, se accede a los secretos de ‘El Rey León’. Un enjambre de pasillos y recovecos donde cuece a fuego lento cada detalle del musical, que estrena su segunda temporada en España. El espectáculo es aquí apenas un recién llegado, si lo comparamos con los 14 años que lleva sobre los escenarios de Broadway. En todo este tiempo ha sido visto por casi 60 millones de espectadores y acumula más de 70 premios gracias a la espectacularidad que reflejan los decorados, los juegos de luces, una puesta en escena que no deja indiferente o la banda sonora, con canciones de Elton John y Tim Rice y música de Lebo. M y Hans Zimmer.

Cada detalle está perfectamente medido para lograr una puesta en escena acorde con el musical original, basado en la película de Disney. El espectáculo sigue como un catecismo el guion, los diálogos y la banda sonora, todo ello bajo la batuta de Julie Taymor, directora del musical original y verdadera alma del proyecto. Taymor es la guardiana de la esencia de 'El Rey León', verificando cada detalle de la puesta en escena y ayudando a los actores a dar vida a sus personajes. Se encarga también personalmente del vesturario, verdaderas joyas diseñadas con mimo y decoradas con piedras y otros elementos naturales. Con paciencia infinita, creó con sus propias manos cada una de las máscaras de los personajes, hechas de fibra de vidrio para que no pesen. Cada máscara corresponde al actor que en la función dará vida al personaje. Todo debe mantener sin excepción el diseño original y Taymor no hace concesiones. Mantener la magia requiere disciplina y esfuerzo.

A escena

Los técnicos repasan cada día el escenario, luces, escenografía... la función debe rendir al cien por cien. En la zona interior, sobre el lugar donde se desarrolla el musical, cuelgan del techo las estructuras que iran dando vida a la sabana africana durante las dos horas y media que dura. Todos los animales que salen a escena son movidos por personas, actores y bailarines que ensayan durante meses para bordar cada movimiento e insuflar el espíritu a sus personajes. En un pequeño búnker situado justo detrás del escenario esperan pulcramente ordenados los vestuarios de cada uno de los personajes. Son objetos inanimados que, una vez en el escenario se funden con el actor en un espectáculo mágico. "Julie dijo que tenemos darles vida con nuestra respiración y nuestros movimientos", explica el actor que interpreta al malvado 'Scar', Sergi Albert, y que ha ejercido de guía en el tour por el bakstage del espectáculo. "Ella creó para cada máscara una manera diferente de trabajarlo. En el caso de Scar, la máscara incorpora una estructura para situarla sobre la cabeza y conseguir movimientos más amplios y elegantes".

Además de la puesta en escena, llama la atención el complejo proceso de selección de los actores. Para el personaje principal, el príncipe Simba, se amplió la búsqueda hasta la localidad mexicana de Huamantla, donde hallaron a Carlos Rivera, un chaval que ganó la versión mexicana de Operación Triunfo cantando precisamente una canción de la película. Más de la mitad del reparto viene de otro país, lo que ofrece una impresionante imagen multicultural en unos pasillos recorridos por un reguero de sonidos y expresiones, algunas de origen ignoto. Solo hay una regla, al menos ocho de ellos deben ser africanos para mantener el espíritu del espectáculo.

El nivel de detalle y perfección en cada uno de los aspectos, sumado a los muchos meses de trabajo para lograr resultados, se reflejan en la satisfacción de los espectadores. Y en las cifras. Con la primera temporada, 'El Rey León' recaudó en España 31 millones de euros y reunió a 435.000 espectadores, con un cien por cien de ocupación en todas sus funciones. El espectáculo ha conseguido un récord en España, fruto de la unión de talentos musicales y teatrales a nivel mundial y de la fusión de disciplinas de las artes escénicas africanas, occidentales y asiáticas que se ha convertido en un fenómeno cultural global.