tribunal del distrito de haifa

Israel exculpa al Ejército por la muerte de una pacifista

La estadounidense de 23 años fue aplastada por un 'bulldozer' del Ejército durante una manifestación propalestina

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Un tribunal israelí ha rechazado la denuncia civil presentada por los padres de Rachel Corrie, la pacifista estadounidense de 23 años, que murió el 16 de marzo de 2003 aplastada por un bulldozer militar en una manifestación en la Franja de Gaza. Se oponía junto a otros miembros del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM) y varios palestinos a la destrucción de una casa palestina en Rafah, y se ha convertido en una figura emblemática del apoyo a los palestinos.

"Llegué a la conclusión de que no hubo negligencia por parte del conductor del bulldozer", ha afirmado el juez Oded Gershon en su veredicto, leído en el tribunal de Haifa, en el norte de Israel, además de corroborar que la investigación de la Policía militar se ha desarrollado correctamente. Ha concluído que la muerte de Rachel Corrie fue un accidente y ha rechazado las acusaciones sobre la destrucción de un vídeo en el que se veía lo ocurrido.

"La fallecida se puso en una situación peligrosa, se colocó delante de un bulldozer gigante en un lugar donde el conductor no podía verla. No se alejó como hubiera hecho una persona razonable. Su muerte es el resultado de un accidente que ella misma provocó", ha afirmado el juez. Cindy Corrie, la madre de la víctima, ha criticado el veredicto. "Estamos muy entristecidos y profundamente inquietos por lo que hemos escuchado del juez Oded Gershon. Creemos que la muerte de Rachel se podría haber evitado", ha afirmado ante los medios.

Apelarán el veredicto

"Sabíamos desde el principio que una denuncia civil sería una batalla difícil", ha señalado la madre, además de recalcar que Israel "dispone de un sistema bien engrasado para proteger a sus militares". El abogado de la familia, Husein Abu Husein, ha anunciado que van a apelar. "El veredicto se asienta sobre hechos deformados y podría haber sido redactado por el fiscal. Vamos a apelar", ha afirmado.

Frente a la decisión del ejército de cerrar el caso, la familia ya presentó en marzo de 2010 una denuncia civil contra el Estado de Israel y el ministerio de Defensa solicitando una indemnización simbólica de un dólar. Los padres de Rachel Corrie, que viajaron expresamente desde Estados Unidos, han seguido el juicio con ayuda de un traductor y en compañía de unos cincuenta amigos y simpatizantes. Testigos, pacifistas y palestinos, han afirmado que el bulldozer aplastó deliberadamente a Rachel Corrie. Aseguraron que la manifestación duró más de dos horas y que los manifestantes eran claramente visibles para el conductor del tanque.

Por su parte, tras una investigación, el ejército concluyó que Rachel Corrie murió "cuando perturbaba las operaciones de los bulldozers" militares. El fiscal militar cerró el expediente en 2003 y no se tomó ninguna medida disciplinaria. "Corrie no murió porque la aplastara el bulldozer o por la acción de esta máquina, ella murió porque montones de tierra y de materiales de construcción empujados por el bulldozer la sepultaron", afirmó el informe de la investigación del ejército. El ejército acusó también a Rachel Corrie y al resto de militantes del ISM de haber contribuido a esta muerte "por su comportamiento ilegal e irresponsable".