Los 'rebeldes' ceden: habrá Liga

«Hay Liga, hay televisión y hay todo». Eran las palabras que Manuel Llorente, presidente del Valencia, espetó cuando abandonó a la carrera la sede de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Siete palabras que resumen a la perfección lo que la asamblea extraordinaria de la patronal de clubes dio de sí. La presión que los 13 'rebeldes' intentaron ejercer durante la última semana no fue suficiente y acabaron cediendo a los dictámenes de José Luis Astiazarán y la LFP a cambio de una promesa de «trabajo» de todos. No habrá cambio de horarios para las primeras jornadas, ni un reparto diferente de los derechos televisivos. La reunión de este martes sirvió para calmar a las partes y para que los 13 que amenazaron con retrasar el inicio del campeonato, que arrancará el sábado, asimilaran los deseos de la Liga.

La figura de Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, tuvo un efecto sedante en lo que se había anunciado como una reunión 'caliente'. Después de las declaraciones cruzadas de Javier Tebas (vicepresidente de la LFP) y Enrique Cerezo y del comunicado de los insubordinados, no era para menos. En la sala de juntas de la LFP todavía parecían estar encerrados los fantasmas de las negociaciones pasadas, en las que el presidente de la AFE, Luis Rubiales, sacaba de quicio al de la Liga, Astiazarán, cuando aseguraba que los jugadores no saltarían al campo en la primera jornada de la temporada 2011-2012. Esta vez la amenaza de los clubes apuntaba al mismo objetivo, aunque finalmente, y en palabras de Enrique Cerezo: «Esto es el comienzo de una buena amistad».

El devenir de la reunión se centró en la explicación de los puntos en los que las entidades no están de acuerdo con la Liga. Una especie de puesta en común ante el presidente del CSD de la que Cerezo decía salir muy contento: «El secretario de Estado se ha ido con una impresión de todo lo que hemos hablado e imagino que con el apoyo de todos nosotros intentará solucionar los problemas que tiene la Liga».

En relación a esto, Miguel Cardenal resaltó, ante todo, el «carácter positivo y constructivo» con el que los dirigentes se presentaron en la asamblea y quiso dejar claro que, «aunque aún queda mucho camino por recorrer», la reunión había sido un paso hacia delante. La presencia de Cardenal fue uno de los motivos por el que todos los clubes, a excepción del Celta -del grupo de 'los 13'-, acudieran a la reunión. «Agradezco el gesto de aquellos equipos que me han transmitido que han asistido por el hecho de que yo confirmara mi presencia aquí», decía Cardenal.

Inseguridad jurídica y económica

El secretario de Estado tildó de «anticuada» la legislación vigente en relación al deporte profesional y matizó que «habría que dotar de instrumentos legales a la Liga para permitirle llevar a cabo su actividad deportiva». Aunque no se revelaron hacia dónde debían estar orientados esos instrumentos legales, Cardenal hizo hincapié en la necesidad de que los operadores de televisión encontraran una forma de rentabilizar la inversión que realizan para retransmitir el fútbol.

Las mayores preocupaciones de los clubes giran alrededor de los operadores y la incógnita todavía abierta de qué cadena ofrecerá los partidos en abierto. La guerra por los derechos televisivos mantiene en vilo a varios representantes de Primera que luchan por cobrar lo que se les adeuda. Es el caso de la Real Sociedad que preside Jokin Aperribay, que dejaba claro a la salida el punto que más perturba a la entidad 'txuri-urdin'. «No hay intención de parar de la Liga. Lo que si hay es una preocupación y una inseguridad jurídica y económica que puede perjudicar a la estabilidad de los clubes en el futuro», reconocía el presidente realista en referencia a las deudas y a los juicios que algunos clubes están manteniendo con Mediapro. «Insistiremos a los operadores para encontrar una solución y no empezar la Liga judicializados», apostillaba Aperribay.

Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao y Levante son los que más se han visto perjudicados por los extravagantes horarios para las dos primeras jornadas. Han sido muchas las críticas y frustraciones por esta decisión pero parece que todo ha quedado solucionado a pesar de la negativa de Astiazarán a un cambio en el calendario. «Indiscutiblemente, jugaremos en los horarios que ha marcado la Liga. No era el problema más grave que se tenía que discutir», confesaba Enrique Cerezo. Minutos después el presidente de la LFP remataba: «Las dos primeras jornadas tienen un horario especial (con algunos partidos a partir de las 23.00 horas) porque lo teníamos acordado con la Asociación de Futbolistas. Una vez que acaben, se volverá a los horarios habituales».