No hay más oportunidades para Kaká

A la tercera va la vencida y, si no lo consigues, desiste de volver a intentarlo. De esta forma se puede resumir la carrera de Kaká en el Real Madrid. Después de tres temporadas de blanco, parece difícil que el futbolista brasileño se vuelva a vestir de ese color. Nunca llegó a alcanzar el nivel que tuvo en Milán, donde derrochó calidad a borbotones en los terrenos de juego italianos y europeos. Tampoco su mejor estado de forma, ya que las lesiones han sido piedras demasiado grandes en su camino al éxito.

José Mourinho no cuenta con él y el club blanco le anima a buscarse equipo. En una reunión celebrada el pasado lunes en las oficinas del Santiago Bernabéu, el entrenador portugués comunicó al mediapunta que, en caso de quedarse esta temporada, sería suplente. Una invitación a marcharse. Kaká no puede permitirse quedarse fuera del equipo titular cada domingo, ni el Madrid pagar una ficha tan alta a un jugador para que se quede en el banquillo.

La salida del brasileño parece inminente. El martes entró en la convocatoria del encuentro que su equipo iba a disputar ante el Oviedo, pero minutos después, se cayó de la lista. Un cambio misterioso de última hora que hizo saltar todas las alarmas sobre su continuidad y que dejó patente la posibilidad de que su marcha esté cerca. Más aún cuando no sufre ningún problema físico y es el primer partido de pretemporada.

Kaká aterrizó en Madrid en el vertiginoso verano del 2009. El Barcelona había ganado el triplete el año anterior y Florentino Pérez, que volvía a la presidencia, le fichó junto a Cristiano Ronaldo y Benzemá, entre otros. Cerca de 67 millones de euros pagó al Milan por el entonces astro brasileño, con un contrato de seis temporadas a razón de 12 millones netos de ficha. Una apuesta que con el tiempo, se demostró errónea. En esa primera temporada, el equipo entonces dirigido por Pellegrini se quedó en blanco y Kaká mostró un nivel muy irregular debido a las lesiones.

Ese verano, Kaká forzó para disputar el Mundial de Sudáfrica con Brasil y llegó a la pretemporada con la necesidad de pasar por el quirófano. Un hecho que sentó muy mal en el seno del club, aunque mantuvieron la confianza en él. La última campaña la inició desde el primer día, con buenas actuaciones en pretemporada que vaticinaron la enésima "resurrección" del '8' madridista. Llegó incluso a consolidarse como titular en detrimento de Özil, aunque la juventud del alemán acabó por imponerse relegándole al banquillo.

Este nuevo periodo estival, característico por las altas dosis de rumorología, no sorprende al brasileño. Tampoco la ausencia de buenas ofertas para el jugador y para el club en el apartado económico. Su vuelta al Milan siempre ha sonado con fuerza y ahora más que nunca con la venta de Thiago Silva e Ibrahimovic, lo que ayudaría a Berlusconi para ofrecer los 25 millones de euros que el Madrid espera sacar por él. Volver a Brasil, lo que no es del gusto de Kaká, o jugar en EEUU, son otras de las opciones más viables.

A pesar de no llegar nunca a ser lo que fue, los números del mediapunta no son del todo malos si se comparan con los partidos disputados. Kaká ha jugado 88 partidos oficiales con el Real Madrid y ha marcado 24 goles. La última temporada, jugó 39 partidos y anotó ocho tantos.

En los últimos días, el entorno del futbolista cree que el jugador una campaña mediática en contra con el objetivo de acelerar su marcha. Un adiós que permitiría la llegada de nuevos jugadores mediáticos al equipo blanco. A Kaká aún le restan tres años más de blanco y sabe que difícilmente otro club podrá ofrecerle algo parecido. Tiempo ha tenido para demostrar su clase y poder terminar su contrato sin problemas. Tres años nada más y nada menos.