Alves empaña el regreso de Puyol

Tito Vilanova ya sabe, como segundo entrenador de Pep Guardiola que fue durante cuatro temporadas, que en un club como el FC Barcelona te puede explotar una bomba en el vestuario en el día más luminoso. Y tras una primera semana al frente del equipo muy positiva, incluso con una comparecencia ante los medios de comunicación que cautivó a los 'culés', la segunda ha arrancado con unas declaraciones de Dani Alves que han alterado las vacaciones de los directivos, en especial las del presidente del club, Sandro Rosell. El lateral brasileño, que despidió el curso anterior lesionado en el hombro y viéndose a diario en los titulares de la prensa deportiva como un jugador en el mercado, pasó factura a los que no le mostraron su apoyo en ese momento. Desgraciadamente, eligió el día en el que volvía a los entrenamientos Carles Puyol tras su lesión y empañó la buena noticia de ver al capitán azulgrana en buena forma.

«Hubo un montón de rumores de que posiblemente no continuaría y me molestó evidentemente que el club no saliera a defenderme. Ya sé que tenemos que demostrar cada día nuestra valía y que el club mira por sus intereses y no por los del jugador. A la vez lo entiendo. Pero yo tengo que estar por encima de todo esto y ganarme el respeto con mi trabajo para recuperar la confianza de los que la han perdido», comentó Alves, que en su cuarta temporada en el club bajó su rendimiento. Aunque Rosell ya contestó en su día a una queja similar del defensa en la prensa diciendo que «estaba equivocado», lo cierto es que el club se planteó su venta para ingresar una buena cantidad de millones de euros con los que acometer otras operaciones. La postura de Tito Vilanova, que el día de su presentación dejó claro que contaba con él, acabó con la posibilidad de hacer negocio con un jugador muy cotizado. Alves, con contrato hasta 2015, lo sabe y de ahí su enfado.

«No te digo que me haya visto fuera del Barcelona pero tampoco me he visto dentro», explicó el brasileño, «porque al no haber desmentido por parte del club interpreté que habían perdido la confianza en mí. Ahora me toca recuperar la confianza de esos que creen que mi mejor momento en el Barça ha pasado. Y pienso hacerlo con trabajo porque así me he ganado el respeto de todos». Si el club no vuelve a plantearse su venta tras este arrebato, aquí se habrá acabado el 'caso Alves', pero Tito Vilanova deberá estar atento para que el problema no crezca.

Como lo polémico vende más, se habló más de Alves que de Puyol, quien volvió como un toro, prácticamente recuperado de la artroscopia en su rodilla derecha que le impidió jugar la final de Copa y disputar la Eurocopa. Más de dos meses después de su operación, la semana que viene podría recibir el alta médica. De momento, no estará este martes en Hamburgo (18 horas) en el primer amistoso de la 'era Vilanova', con sólo once jugadores de la primera plantilla disponibles: Pinto; Alves, Bartra, Muniesa, Adriano; Jonathan dos Santos, Mascherano, Sergi Roberto; Alexis, Messi y Afellay. Faltan los lesionados Villa, Abidal, Fontàs, Cuenca y Thiago; los olímpicos Montoya, Tello y Alba; y los internacionales Valdés, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro y Cesc. Se verán numerosas caras nuevas del filial, como las de Oier, Sergi Gómez, Planas, Ilie, Rafinha, Lobato, Kiko Femenía, Patric, Deulofeu, Espinosa, Balliu y Román. Para alguno de ellos será una buena oportunidad de presentar sus credenciales a un técnico que cree en la cantera tanto como creyó Guardiola.