Imagen capturada del ataque en Damasco. / Afp
situación crítica en siria

La lucha por el control de Damasco se intensifica tras el atentado

El ataque habría sido perpetrado por un guardaespaldas de Daud Abdelá Rayiha

BEIRUT Actualizado: Guardar
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La lucha entre los rebeldes y las tropas gubernamentales por el control de Damasco se ha librado este jueves calle a calle en el corazón de la capital, en medio de duros bombardeos del régimen en todo el país para aplastar la insurrección. Tras el atentado que descabezó la víspera el Ministerio sirio de Defensa, el mayor golpe asestado por los rebeldes al régimen desde marzo de 2011, las fuerzas leales al presidente Bachar el-Asad han intensificado sus acciones tanto en Damasco como en otras ciudades.

En una escalada de la violencia de difícil solución, los combates han proseguido en barrios como Al Midan y Al Qabun, según los grupos opositores, aunque las autoridades afirman perseguir a supuestos terroristas. El 'número dos' del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, ha explicado por teléfono que en estos dos barrios se libran duros enfrentamientos y que las tropas del régimen han irrumpido en ellos con tanques. Kurdi ha agregado que en las operaciones armadas lanzadas por sus hombres han muerto numerosos "shabiha" (milicianos progubernamentales) y efectivos del régimen y que los rebeldes han tomado el control de un puesto fronterizo con Turquía.

Otras zonas de la capital donde se registran combates y son atacadas por la artillería del régimen son Kafr Susa, Al Mezzeh y Al Tadamun, así como varias localidades de la periferia de Damasco como Dumair, Zabadani y Tal. En declaraciones por teléfono, el activista Abu Qais al Shami, vecino de Al Tadamun, ha apuntado que este distrito está cercado por los soldados leales a El-Asad, que lo bombardean con helicópteros. Mientras, en Al Mezzeh, un gran número de residentes se han desplazando a barrios más seguros por miedo a una posible operación de las fuerzas gubernamentales.

La oposición también ha denunciado la muerte de decenas de personas por la violencia en el país, principalmente en Damasco y sus alrededores. Según los Comités de Coordinación Local esta cifra asciende a 94, entre civiles y desertores, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó 62. Este recrudecimiento de la violencia se produce después de que en el atentado de ayer contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco perecieran el ministro de Defensa, Daud Abdelá Rayiha, el viceministro de este departamento y cuñado de El-Asad, Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani.

Sin cambios en Defensa

Ante la incertidumbre despertada, durante esta jornada medios de comunicación han especulado con que el presidente se había trasladado a la ciudad de Latakia (noroeste) para planear una respuesta al ataque. Sin embargo, una fuente oficial ha asegurado a Efe que El-Asad se encuentra en Damasco y ha acudido este jueves a su oficina para desempeñar sus labores. Entre la agenda del jefe de Estado ha estado la toma de posesión del nuevo ministro de Defensa, el general Fahd Yasem al Freich, designado ayer tras la muerte de su antecesor.

La televisión siria ha difundido unas breves imágenes de El-Asad en el acto de investidura y posterior reunión con Al Freich, las primeras del presidente desde el atentado. No se espera un cambio en la política de Defensa, ya que Al Freich aseguró ayer que el atentado no disuadirá al Ejército de continuar con su lucha contra los terroristas, a los que el régimen acusa de la violencia en Damasco. Aunque las posturas son cada vez más polarizadas, el jefe de los observadores de la ONU en Siria, el general Robert Mood, hizo hincapié en que el Gobierno y la oposición deben hacer "las concesiones necesarias" para sentarse a la mesa de negociaciones.

"Sé que la decisión a favor de la paz es más complicada que la de la guerra. Pero he aprendido (...) que es mejor esa opción incluso si puedes ganar la guerra", subrayó el general, que reconoció, sin embargo, que Siria no está en el camino de la paz. En cuanto al Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró hoy una reunión sobre Siria, Mood pidió "una unidad efectiva en torno a un plan político que responda a las aspiraciones del pueblo sirio y que sea aceptado por las partes".

Unas palabras que cayeron en saco roto, ya que este órgano internacional volvió a fracasar en alcanzar un consenso con el nuevo veto de Rusia y China a una resolución occidental para imponer sanciones al régimen de Al Asad. El fracaso en el Consejo de Seguridad deja en el aire el futuro de la misión de observadores encabezada por Mood, cuyo mandato expira hoy y debía ser prol