Nadal muestra la bandera de España que le entregaron el pasado sábado como abanderado del equipo español en Londres. / Efe
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La rodilla derrumba al abanderado

Rafael Nadal renuncia a los Juegos Olímpicos de Londres por culpa de una lesión

MADRID Actualizado: Guardar
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España perdió su bandera antes de arribar a Londres. Rafael Nadal, el capitán de la ‘armada’ rojigualda faltará a la gran cita del deporte mundial por culpa de una rodilla maltrecha. Así, una nueva lesión obligará a renunciar a uno de los mascarones de proa de la edad de oro del deporte hispánico.

La adversidad supone una sorpresa de imposible solución para aquel que había enfocado el 2012 hacia los Juegos Olímpicos. De hecho, Nadal declinó su puesto en las eliminatorias de la Copa Davis a principios de año, optó por uno de sus escasos abandonos en Miami y limitó su presencia en los torneos hasta que una lesión en el tendón rotuliano le derribó en la hierba de Londres. La magia de Wimbledon se había tornado en maldición.

El calvario se había disparado con los primeros soles del verano, cuando el español cayó sobre el césped del ‘All England Club’ en la segunda ronda de Wimbledon. El desconocido Lukas Rosol eliminó al manacorense gracias a una afortunada tarde-noche y a los primeros síntomas de la lesión de Nadal. Tras su derrota, salió a la superficie la tendinitis que había mantenido casi en secreto. Cada flexión de la pierna y cada movimiento maltrataban el cuerpo de Nadal con envíos punzantes de malestar al cerebro. En Londres, el lugar en el que debía disfrutar del sabor de la gloria olímpica, había descubierto la primera mala noticia. El rostro serio y las muecas quitaron la máscara.

Desde aquel 28 de junio el quehacer diario del tenista se empleó en mitigar el dolor que martilleaba su rótula. Trabajo con el fisioterapeuta, estiramientos y descanso en Mallorca se combinaron para estar en condiciones óptimas en Londres.

Pero la receta no funcionó. A diez días para el inicio del torneo olímpico Nadal regresó a los entrenamientos y cada salto y cada carrera le telegrafiaron una tortura. Los Juegos Olímpicos eran una utopía. “He apurado hasta el ultimo momento en mi preparación, en mis entrenamientos, pero no ha podido ser”, reconoció Nadal en un comunicado.

Lo cierto es que a con 26 años los problemas físicos de Nadal se han convertido en un suplicio. En 2003 el hombro izquierdo le impidió debutar en Roland Garros, en 2004 sumó tres meses de baja por una fractura de estrés en el escafoides, a finales de 2005 una inflamación en el pie izquierdo le retiró noventa días de su primer año completo en el circuito de la ATP. Según reveló en su biografía en aquella época pensó incluso en abandonar el mundo de la raqueta por una lesión congénita. Solo pudo recobrar su posición en el tenis mundial con unas plantillas especiales.

Con las modificaciones en su preparación logró un 2008 de ensueño: venció en Roland Garros, Wimbledon, la Copa Davis y se colgó la medalla de oro en Pekín en una superficie dura ante Fernando González. Sin embargo, en 2009 sufrió un problema similar al actual en la rodilla que le impidió participar en Wimbledon y facilitó su primera eliminación en Roland Garros. En 2010, las rodillas de Nadal clamaron por una pausa en Australia y luego cumplió dos de sus mejores temporadas.

No obstante, la renuncia a Londres se percibe agridulce más allá de lo deportivo porque el dolor de Nadal no se concentrará únicamente en su tendón. “Es uno de los días más tristes de mi carrera ya que una de las mayores ilusiones y el momento quizás más especial era ser el abanderado de España en la ceremonia de inauguración de los Juegos en Londres, así que os podéis imaginar lo difícil que ha sido tomar esta decisión”, resumió el astro de Manacor. Después de la polémica sobre los criterios de selección que apartaron a Iker Martínez y Xabi Fernández de la bandera, Nadal mostró su orgullo por el puesto de representación en el acto en que se le presentó oficialmente en el Comité Olímpico.

Entonces el balear avanzó su problemas en la preparación pero apuntó el 27 de julio como «un momento inolvidable» de su vida que ahora deberá tachar de la lista de sus mejores recuerdos.

“Tengo que pensar en mis compañeros, no puedo ser egoísta y tengo que pensar en el bien del deporte español y dejar que juegue un compañero mío con mejor preparación que se encuentre en condiciones de competir”, asumió el balear a diez días del torneo olímpico. Su sustituto en la pista de tenis será Felicano López y el abanderado se dará a conocer este viernes, pero el hueco de Nadal en Londres no será difícil de cubrir. El mejor tenista español no acudirá a los Juegos Olímpicos de Londres, aquellos en que debía defender su oro. Sin él, la delegación española pierde a una de sus más firmes opciones de medalla en uno de sus semilleros habituales y a uno de sus símbolos internacionales.