24 muertos en varios ataques de los talibanes en Afganistán

Al menos 18 civiles y seis policías afganos han muerto como consecuencia de una serie de ataques con bomba en el sur de Afganistán, según informaron fuentes oficiales. Aparte, dos soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de la OTAN (ISAF) han perdido la vida a lo largo de los últimos dos días a causa de una bomba y de varios enfrentamientos con insurgentes en el sur del país, según informó la coalición sin más detalles.

Al menos 18 personas, incluidos varios niños, murieron este domingo a causa de la explosión de tres bombas al paso de sendos vehículos en la provincia de Kandahar. "Varios vecinos se trasladaban en una furgoneta y en un tractor cuando fueron alcanzados por dos bombas artesanales colocadas por los talibán", ha declarado el portavoz del Gobierno local, Ahmad Faisal. El doble atentado se produjo en Spin Boldak, cerca de la frontera con Pakistán. El responsable provincial de seguridad, el general Abdul Razaq, ha informado de la muerte de catorce civiles, mujeres y niños incluidos.

Aparte, una tercera bomba causó la muerte de cuatro integrantes de una misma familia en el distrito de Arghistán, también próximo a la frontera con Pakistán, según fuentes oficiales. Por última, dos policías murieron por la explosión de una bomba en la provincia de Helmand, que limita al oeste con Kandahar, donde los enfrentamientos con las milicias han causado la muerte de otros cuatro agentes.

Los ataques de hoy coinciden con la apertura en Tokio de una conferencia de donantes en la que el Gobierno de Kabul confía en captar unos 16.000 millones de dólares para impulsar el desarrollo de Afganistán tras tres décadas de sucesivos conflictos armados.

La conferencia fue precedida por el anuncio ayer por la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, de que Washington ha otorgado a Afganistán la categoría de "aliado mayor" entre los países que no forman parte de la Alianza Atlántica. Ese título permitirá a las autoridades afganas acceder a armamento y a instrucción militar estadounidense en condiciones preferenciales una vez que concluya la retirada de las tropas de la OTAN del país, en un proceso que está previsto que finalice en 2014.