Un culo perfecto a golpe de bisturí

Casi el 10% de las intervenciones de cirugía estética realizadas en Europa están destinadas al retoque de nalgas. Las de la colombiana Shakira o las estadounidenses Jennifer López y Kim Kardashian son las más solicitadas por las pacientes

El doctor Antonio Tapia, que realiza las intervenciones en la Clínica Quirón de Barcelona, advierte de que no todos los glúteos son iguales, y por lo tanto, la técnica debe ser realizada “a la carta”. Para definir las nalgas perfectas debemos asociarlas al cuerpo que las acompaña, teniendo en cuenta la estatura, la calidad de la piel y la textura del tejido.

En la mujer priman los volúmenes grandes y las formas redondeadas, en el hombre se imponen las formas cuadradas y los volúmenes moderados. En ambos casos deben ser simétricos, tener la máxima proyección en la zona central y hacia arriba y ser ligeramente descendente hasta el muslo, haciendo que el surco inferior quede discreto, señal inequívoca de que no está caído.

La técnica para embellecer el perfil del cuerpo puede incluir prótesis y liposucción del contorno de la zona glútea, ‘lipofilling’ - relleno de grasa autóloga- junto a liposucción o sólo prótesis - lo que se denomina gluteoplastia-. Es el especialista quien, tras la valoración, indica la técnica adecuada, que ronda los 6.000 euros.

Las prótesis éstan fabricadas con gel cohesivo de silicona (más consistente y más rígida que las de mama) y se colocan dentro del músculo glúteo o por debajo, quedando la incisión en el pliegue interglúteo. No es cierto que el resultado quede artificial, pero hay que tener en cuenta que en un paciente muy delgado con poco glúteo puede “palparse” más fácilmente la prótesis.

Postoperatorio: la etapa más incómoda

Tras la intervención, el paciente debe permanecer ingresado uno o dos días, en los que llevará una sonda, drenajes y un vendaje que habrá que llevar durante un mes. En varios días tiene que estar tumbado boca abajo o sentado con ayuda de una almohada, aunque las molestias se combaten también con la ayuda de antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.

Tras la gluteoplastia suele haber cardenales durante 15 días y en el 5% de los casos el efecto secundario más frecuente es el seroma (cúmulo de líquido) en la cavidad donde se coloca la prótesis, pero progresivamente se absorbe.

Durante esta etapa del proceso se debe vigilar que la prótesis no se gire porque esté mal colocada o que el ‘bolsillo’ sea muy grande y no haga la proyección en la zona más adecuada.