El Libro de Familia ya no vuela

Luis tiene 12 años. Hoy, 25 de junio de 2012, se va de vacaciones con sus padres. A Palma de Mallorca. Su vuelo parte a las nueve de la noche, desde el aeropuerto de Madrid-Barajas. No lleva documentación. De eso se encarga su padre. "¿Has cogido el Libro de Familia?", espeta la matriarca de la familia mientras echa un último repaso a la maleta. Todo listo. Y sí, el Libro de Familia acompaña a los DNI de papá y mamá. Como Luis, miles de niños han volado en las últimas décadas con la única acreditación del Libro de Familia. Era suficiente para hacerlo en territorio nacional. Y sí, era y no es, porque el Libro de Familia dejará de volar por vacaciones. Su función deja hoy de ser tal. Hoy es su último día hábil para estos menesteres.

La Unión Europea ha legislado y previsto que desde mañana cada pasajero volará con documentación propia. El comunicado, enviado desde Bruselas a compañías aéreas y agencias de viajes a principios de mes, es claro y contundente: "Les informamos que a partir del 26 de junio de 2012, las autoridades de la UE exigen que todos los pasajeros, independientemente de su nacionalidad, deben estar en posesión de un documento nacional de identidad oficial individual para poder viajar. Por esta razón, los menores de edad acompañados durante el viaje requieren de un pasaporte, éste deberá ser el suyo propio. Un menor no acompañado ya no podrá viajar con el pasaporte de su padre/madre".

Es el único cambio introducido para los vuelos de menores de edad. El resto, como hasta ahora. Es decir, un menor de cinco años no podrá viajar solo y, aún habiéndolos cumplido, los padres deberán acreditar un Descargo de Responsabilidades y el compromiso de que un mayor de edad lo estará esperando en el aeropuerto de llegada. Eso sí, no todas las compañías aceptan a menores de edad volando solos. Pero no existe riesgo de que el pequeño se quede en tierra, y menos ahora que el DNI será obligatorio para adquirir la tarjeta de embarque.