Un par de carabineros, junto a un cadáver. / Giorgio Benvenuti (Reuters)
la tierra vuelve a temblar

Una veintena de réplicas sacude de noche el norte de Italia

Tres de los fallecidos son trabajadores del turno de noche en fábricas de las localidades de Bondeno y San Agustín

ROMA Actualizado: Guardar
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Un total de siete personas han fallecido, más de medio centenar han resultado heridas y 3.000 han tenido que ser evacuadas a causa del terremoto de seis grados en la escala de Ritcher, además de daños en varias casas y monumentos históricos que han quedado en ruinas. Cientos de personas han dormigo en refugios esta noche, durante la que se han sentido no menos de 24 réplicas de una magnitud de hasta 3,7 grados en la escala de Richter, eco del primer temblor de 6 grados que sacudió la región en la noche del sábado al domingo.

Temiendo el derrumbe de nuevos edificios, centenares de italianos han pasado la noche en sus vehículos o en refugios temporales en los que las autoridades locales habían instalado camas, mesas y sillas. Las réplicas se sintieron sobre todo en las zonas de Mirandola, San Felicia y Finale Emilia, a 36 kilómetros al norte de Bolonia, la localidad donde se situó el epicentro del primer temblor. El temblor llega poco más de tres años después después de otro sismo de magnitud 6,3 que sacudió en marzo de 2009 la ciudad de l'Aquila dejando 300 muertos y decenas de miles de personas sin casa.

Cuatro de los fallecidos en el primer temblor eran trabajadores del turno de noche cuyas fábricas se derrumbaron. Dos de ellos murieron cuando se desplomó el techo una fábrica de cerámicas en la localidad de Sant'Agostino en la que trabajaban. Una mujer de 37 años y otra mujer de más de 100 años murieron por la conmoción y otras 3.000 personas siguen desplazadas, al tiempo que varios hospitales fueron evacuados como medida de precaución.

"Salí porque sentía que la casa se movía. Los muebles se estaban cayendo, era caótico. La gente corría en todas direcciones", ha explicado Claudio Bignami, de 68 años, un electricista jubilado. "Tuve que salir rápido, no puedo volver a mi casa, tenía miedo", ha relatado por su parte Aldra Bregoli, de 73 años, que llevaba puesto un jersey sobre su camisón. Asimismo, la televisión italiana ha mostado edificios históricos, entre ellos varias iglesias, en ruinas, así como coches aplastados bajo los escombros. "Según los primeros informes los daños causados al patrimonio cultural son significativos", dijo el ministro de Cultura tras el sismo, que también se notó en las ciudades de Bolonia, Ferrara, Verona y Mantua.

Estado de emergencia

La región de Emilia-Romagna es una de las más industrializadas de Italia y alberga tesoros artísticos y arquitectónicos. El centro histórico de Ferrara forma parte de la lista del patrimonio mundial de la UNESCO. El techo de una capilla del siglo VI en la localidad de San Carlo, cuya restauración llevó ocho años, se derrumbó y dejó al aire libre las estatuas de ángeles que hay en el interior. "Ya no hay nada que hacer", ha lamentado Claudio Fabbri, de 37 años, encargado de la restauración. El terremoto también provocó el derrumbe de un almacén donde se guardaban quesos de denominación Parmesano y Grana Padano por un valor estimado de más de 250 millones de euros, según ha indicado un responsable local.

Las autoridades locales han solicitado al Gobierno que declare el estado de emergencia. Según los medios de comunicación italianos, el Consejo de Ministros realizará dicha declaratoria en su primera reunión de la semana, prevista para el martes.