Facebook ha conseguido su objetivo en el Nasdaq ./ AFP | Atlas
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Facebook cierra su debut bursátil con una modesta subida

La red social convierte su popularidad en poder financiero tras conseguir un valoración superior a los 105.000 millones de dólares en el NASDAQ

MADRID Actualizado: Guardar
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Facebook ha hecho historia con su debut bursátil pese a cerrar la sesión de forma poco convincente al terminar la cotización de sus acciones levemente por encima de los 38 dólares en que se había fijado su precio de salida.

Fue Mark Zuckerberg el encargado de dar el pistoletazo de salida a las negociaciones del día. Lo hizo desde su cuartel general, rodeado de gregarios y empleados, vestido con su ya clásica sudadera deportiva, un atuendo inédito en alguien que ha acumulado el poder financiero. Su sonrisa nerviosa se pudo ver en pantallas gigantes colocadas en las fachadas del corazón financiero de Nueva York, mientras en el interior del edificio, el gremio de los ‘brokers’ recibía con subidas a la compañía.

El precio se desbocó en los primeros treinta segundos. Los títulos subieron más de un 13% para, minutos después, volver a los 38 dólares. Un hecho que suscitó las dudas sobre el éxito del desembarco en bolsa de la red social y que hizo que los tres índices de referencia de Wall Street se colocasen en rojo. En parte fue debido a un error técnico del mercado NASDAQ, pero también a la incertidumbre que domina los mercados de valores y las enormes expectativas que se habían levantado.

Al final de la jornada, las acciones de Facebook solo lograban avanzar un 0,6%, quedando su precio en 38,23 dólares. En cualquier caso, su valoración terminó por encima de los 105.000 millones de dólares. El resultado de todo esto es que la red social supera a firmas punteras. Desde Amazon hasta el vetusto fabricante de ordenadores HP. Zuckerberg se convirtió en uno de los más hombres del planeta tan solo con 28 años. Otros protagonistas del ‘pelotazo’ son los cofundadores de la empresa, Dustin Moskovitz o Eduardo Saverin. También el magnate ruso Alisher Usmanov, que invirtió en la compañía cerca de 900 millones hace tres años. Y así un largo listado de nombres, entre los que se incluyen a Bono, el líder de U2, que sustituirá a Paul McCartney como músico más rico del planeta. El irlandés y sus socios en ‘Elevation Partners’ se han embolsado 2.000 millones de euros de los que 1.200 irán a parar a la cuenta del cantante.

Primer gran pulso

Facebook sale airoso del primer gran pulso sobre el futuro de la red social, que ahora se ha convertido en un auténtico poder económico. Decidió apostar por el precio de salida más alto de los que habían barajado. Con ello, Zuckerberg venía a decir que el mundo digital que había creado en los últimos ocho años costaba más de 80.000 millones de euros. Y lo hace en un momento crítico, en el que las Bolsas de medio planeta sufren de vértigos asemejándose más a una montaña rusa con hiperactivas subidas y pronunciadas bajadas.

Viendo lo sucedido y lo que se ha barruntado probablemente muchos de los cadáveres de la burbuja de las ‘puntocom’ de 2002 se estén revolviendo en sus tumbas. Salvando las distancias, hay quien está convencido que todo esto se trata de un globo cuya explosión no sería tan dañina como la de hace una década pero parece que sería mucho más sonora. Lo que siempre ocurre en las empresas de Internet es que persiste la duda de cómo van a rentabilizar esos millones de usuarios. En definitiva, cómo consiguen convertirse en una máquina engrasada de hacer ingentes cantidades de dinero. A día de hoy, Facebook apenas consigue escupir un pequeño puñado de millones en comparación de las esperanzas que el mercado depositado en sus posibilidades.

Más de ocho de cada diez euros que ingresan las arcas de la red social llegan de la publicidad que muestra a sus más de 900 millones de usuarios. Con la cifra de los mil millones de personas ‘censadas’ a la vuelta de la esquina, nadie cree que pueda mantener el ritmo de crecimiento, que solo podría conseguir un importante empujón si colarse en China, algo que a día de hoy parece imposible. Si lo consiguiese tendría que pelear con RenRen, el Facebook de ojos rasgados, que recientemente superó la cota de los 200 millones de usuarios.

Lo que ahora se le exige a la compañía es rentabilizar el tiempo que gastan sus usuarios, especialmente los más de 420 millones que llevan la etiqueta de ‘activos’. El matrimonio entre los intereses de unos y los intereses de otros resulta difícil de casar. La parroquia de la plataforma empieza a vigilar con gran recelo donde acaba como se usa cada uno de los datos personales, una materia prima imprescindible para aumentar la efectividad de la publicidad. Lo que ahora parece un formato efectivo podría dejar de serlo si se aumentan los anuncios, que todavía producen a los internautas una extraña alergia. Además, por si fuera poco General Motors anunció que dejaba de anunciarse porque no consideraba efectivo el dinero invertido estos años. La noticia, sepultada ayer por la euforia del estreno, puede ser un golpe a la línea de flotación bursátil si se repite en un futuro.

Un mano a mano con Google

En medio de todo esto hay quien evoca el caso de Google. Facebook cuadriplicó la valoración conseguida por en su estreno en 2004. Es un dato poco relevante. Internet no es ahora lo que hace ocho años. Y los de Mountain View han extendido sus tentáculos a decenas de negocios. Especialmente destacable su salto al móvil, mediante el sistema operativo Android, con el que ha conseguido meter el buscador en millones de bolsillos a lo largo del planeta. Algo a lo que también aspira Facebook debido a la predisposición de los dispositivos móviles a ser más mucho más rentables.

La criatura de Zuckerberg es la primera que ha accedido a la información de los usuarios como hasta ahora lo hacía Google. Sin embargo, compiten por ellos con un ‘modus operandi’ radicalmente distinto. Mientras la compañía de Larry Page ha apostado tradicionalmente por la fragmentación de la red en diferentes herramientas y servicios, la red social quiere convertirse en un único espacio que contenga todo lo que quiere el usuario, especialmente en el plano del ocio, una porción que se les resiste a los responsables del buscador más famoso de la red. Sin embargo, algo se mueve en Google. Y es que hace apenas un mes, unificó las políticas de uso de más de 60 sus servicios. Con ello, al menos entre bambalinas, convierte lo que eran decenas de perfiles en un usuario único. Como en Facebook.