cumbre del g-8

Obama y Hollande defienden las políticas de crecimiento

Los dos mandatarios se muestran de acuerdo en que Grecia debe seguir en el euro

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Francia, François Hollande, han defendido la necesidad de combinar la disciplina fiscal en Europa con políticas de crecimiento y se han mostrado de acuerdo en que Grecia debe seguir en el euro, a pocas horas de la cumbre del G-8.

La reunión que han mantenido ambos en la Casa Blanca también ha servido para que Hollande ratificara que planea sacar a las tropas francesas de Afganistán a finales de 2012, dos años antes del calendario de retirada fijado por la OTAN, aunque ha explicado que París seguirá colaborando "de una forma diferente" en la transición en el país asiático.

En una comparecencia en la que ninguno de los dos ha admitido preguntas, Obama ha dicho que habló con Hollande de propiciar en la Cumbre del G-8 que comienza hoy a las afueras de Washington un debate sobre "cómo manejar un enfoque responsable de la consolidación fiscal asociado a un programa de crecimiento fuerte" en Europa. La difícil situación en la eurozona es un asunto "de extraordinaria importancia" para la economía mundial, ha subrayado Obama.

"El crecimiento debe ser una prioridad", ha apuntado por su parte Hollande, quien ha agregado que Obama y él están de acuerdo en que Grecia "debe permanecer en la eurozona".

El encuentro ha tenido poco de bilateral en cuanto a que, como ha reconocido Obama, buena parte de la discusión ha estado centrada en analizar la crisis en la eurozona.

Con vistas a las elecciones de noviembre, en las que buscará un segundo mandato, a Obama le interesa que la eurozona salga de la crisis porque eso repercutirá favorablemente en la recuperación económica en Estados Unidos, todavía frágil. En varias intervenciones en los últimos meses, Obama ha sugerido a Europa que aplique la misma receta que ha adoptado EEUU ante la crisis, que pasa por combinar control fiscal con crecimiento y creación de empleos.

Mientras, en su defensa de introducir políticas de crecimiento en Europa, Hollande ha encontrado en Obama a un aliado frente a la férrea defensa de la austeridad que hace la canciller alemana, Angela Merkel, quien también participará en la Cumbre del G-8 en Camp David (Maryland).

El futuro de Afganistán

En cuanto a Afganistán, Hollande le ha recordado a Obama la "promesa" que le ha hecho a sus compatriotas de retirar las tropas francesas a finales de este año. "Vamos a seguir apoyando a Afganistán de una manera diferente. Vamos a buscar un formato diferente. Y eso se hará con un buen entendimiento con nuestros aliados, dentro de la ISAF (la misión de la OTAN)", ha remarcado Hollande.

La discusión de cómo colaborará Francia en la transición en Afganistán a partir de 2013 tendrá lugar en la cumbre de la OTAN que se celebrará a partir de este domingo en Chicago (EE UU), según el mandatario. "Es importante que sigamos comprometidos en ayudar a los afganos a construir su seguridad y a continuar por el camino del desarrollo", ha enfatizado Obama.

Sobre Irán, a menos de una semana de la segunda ronda de negociaciones sobre su programa nuclear, Hollande ha afirmado que ese diálogo requiere "firmeza" para impedir que Teherán desarrolle un arma nuclear. Los dos líderes también han hablado de la situación en Siria y de la transición en Egipto y Túnez, todos ellos asuntos "de crucial importancia", en palabras de Obama.

Ha habido tiempo, además, para bromear como ejemplo de la buena sintonía que, según la Casa Blanca, Obama tuvo con el expresidente Nicolas Sarkozy y quiere mantener ahora con Hollande. Según su biografía, Hollande "pasó un tiempo en Estados Unidos en su juventud estudiando la comida rápida (...) Estaré interesado en sus opiniones sobre las hamburguesas con queso (cuando estemos) en Chicago", bromeó Obama. "No diré nada en contra de las hamburguesas con queso", respondió Hollande.

Antes de partir hacia Camp David, la residencia de descanso presidencial de Estados Unidos, para la cumbre del G-8, los dos presidentes han compartido un almuerzo en compañía de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius.