comicios en asturias

Cascos convoca elecciones entre acusaciones de «complot»

El presidente, que apenas lleva seis meses al frente del Príncipado, acusa a a PP y PSOE de un "complot"

GIJÓN Actualizado: Guardar
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La prórroga presupuestaria, definida por Francisco Álvarez-Cascos como "moción de censura destructiva", pero sin candidato por parte de la oposición, ha sido el detonante que ha llevado al presidente regional a adelantar elecciones. Después de tres días consecutivos explicando que el rechazo de la Junta General a sus primeros presupuestos hacía imposible poner en marcha los proyectos con los que el Gobierno pretendía reactivar la economía asturiana, Cascos ha comparecido en la sede de presidencia para anunciar que que el próximo 25 de marzo los asturianos votarán de nuevo para elegir a su presidente.

El jefe del Ejecutivo ha optado por hacer coincidir las elecciones en Asturias con las andaluzas, apurando los plazos, ya que precisamente hoy era el último día para poder llevar a cabo la convocatoria. Cascos has atribuido directamente la necesidad de convocar elecciones a “la alianza entre PP y PSOE que no tenía otro objetivo que impedir gobernar”, un auténtico “complot” parlamentario que a su juicio tuvo su culmen la semana pasada tras el rechazo a los presupuestos. "El presupuesto es el libro de cabecera de un gobierno para la legislatura, sin presupuesto no hay programa de gobierno", ha apuntado el jefe del Ejecutivo.

Durante el poco más de año y medio transcurrido desde la toma de posesión el enfrentamiento entre Gobierno y oposición ha sido una constante. Se dejó sentir en la elección del presidente de la Junta, donde el apoyo de los socialistas situó al popular Fernando Goñi en la presidencia del Parlamento asturiano. El enfrentamiento entre Foro y PP también resultó evidente en la negociación para la formación nuevo Gobierno. Pese a las reuniones mantenidas, el acuerdo resultó imposible y Álvarez-Cascos se vio obligado encabezar un Ejecutivo en minoría con la esperanza de que los populares apoyasen al menos un presupuesto que permitiera a su partido llevar a cabo su programa de gobierno.

Pero tampoco en el día a día se llegó al menor punto de acuerdo. Cuando Cascos intentó ajustar las cuentas anulando la partida de más de once millones destinada por el anterior, los partidos de la oposición llegaron apoyar en la Junta General del Principado una ley que bloqueaba la decisión del Ejecutivo. Pero fue con el rechazo a las cuentas regional cuando la situación del Ejecutivo se hizo insostenible a juicio del presidente regional. En su primera comparecencia, Cascos advirtió que su intención no era agarrarse al sillón y que solo seguiría adelante si el análisis de la prórroga prespuestaria permitía llevar adelante sus proyectos. Evidentemente, su conclusión fue que no.