Obama: «Debemos dejar de subsidiar a los millonarios»

Consciente de lo que la cita representaba, Barack Obama ha afrontado su tercer debate del Estado de la Unión, el último antes de la reelección. Mientras sus posibles rivales chocan en unas primarias más inciertas de lo que parecían en un primer momento, el presidente de EE UU ha llegado al Capitolio dispuesto a emitir una contundente declaración de intenciones de cara a las elecciones de noviembre. Aunque abrió el discurso hablando de política internacional y arrancando efusivos aplausos al hacer referencia al fin de las guerras de Irak y Afganistán, el presidente de EE UU, ha centrado su discurso en explicar su plan "para construir una economía que dure", que tendrá entre sus pilares una subida de impuestos a los más acomodados y nuevas medidas en el sector energético.

"Debemos dejar de subsidiar a los millonarios", ha sostenido Obama en su discurso. Para subrayar este mensaje, ha reclutado a la secretaria del multimillonario Warren Buffett, Debbie Bosanek, una de las invitadas a presenciar la alocución desde el balcón de la primera dama. Buffett hizo famosa a su secretaria al defender el año pasado que los ricos pagarán más impuestos, al poner de relieve que las reglas fiscales en EE UU son tales que, proporcionalmente, su secretaria paga mucho más al erario público que él. Esa propuesta ha pasado a conocerse como 'la regla Buffett'.

La cuestión ha cobrado nueva actualidad ante la polémica en torno a la declaración de impuestos del principal precandidato presidencial republicano, Mitt Romney, quien hoy hizo públicas sus cuentas de los dos últimos ejercicios fiscales y revela que obtuvo en total unos ingresos de 42 millones de dólares (32, 3 millones de euros) y pagó en torno al 14 % en impuestos. Ello es posible porque en EE.UU. las ganancias del capital, que representan típicamente la mayor parte de los ingresos de los más ricos, están gravadas en torno al 15%, mientras que los salarios, el principal ingreso de un trabajador, pueden llegar a cotizar hasta el 35%. En su discurso, Obama afirmó que ofrecer igualdad de oportunidades es "la cuestión clave de nuestra época".

Pero también considera que todos los estadounidenses deben comportarse bajo las mismas reglas y recibir oportunidades, y por ello propone una reforma del sistema fiscal de modo que los más pudientes aumenten su contribución al erario público: aquellos que ingresen más de un millón de dólares deben contribuir al menos el 30% de sus ingresos.

En su alocución ante ambas Cámaras del Congreso, Obama ha planteado "un país que lidera al mundo en la educación de su pueblo, que atrae una nueva generación de manufacturas de alta tecnología...un futuro en el que controlamos nuestra propia energía... una economía hecha para durar, donde se recompensa el trabajo duro y se premia la responsabilidad". El plan busca promover la innovación manufacturera y la creación de empleo en estos sectores en territorio estadounidense, alentar el crecimiento del sector de las energías limpias y la independencia energética y fomentar la educación.

"Ni planes de rescate ni escapatorias"

"Es hora de aplicar las mismas reglas a los de arriba que a los de abajo: ni planes de rescate, ni dádivas, ni escapatorias. Un EE UU que vaya a durar insiste en que cada uno asuma sus responsabilidades", ha destacado el presidente estadounidense en un claro aviso a las entidades financieras y especulativas a las que ha culpado, entre otras, del delicado estado económico.

En el cuarto año de un mandato caracterizado por los duros enfrentamientos entre demócratas y republicanos, el presidente ha asegurado que "colaboraré con cualquiera en el Congreso para dar impulso (a estas ideas)". Pero advierte también que "combatiré la obstrucción con acciones y me opondré a cualquier intento de volver a las mismas políticas que nos llevaron a esa crisis económica en primer lugar".