El premio nobel de la Paz egipcio Mohamed el Baradei./ Efe
revueltas en los países árabes

El Baradei retira su candidatura a la presidencia egipcia

El premio Nobel de la Paz explica que su conciencia no se lo permite "salvo en el marco de un régimen democrático verdadero", algo que -a su juicio- no existe

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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En un golpe de efecto, el premio Nobel de la Paz egipcio Mohamed el Baradei ha anunciado que se retira de la carrera por la Presidencia de Egipto, lo que supone un revés para la Junta Militar a pocos días de que se cumpla el primer aniversario de la Revolución del 25 de Enero.

El Baradei ha justificado su decisión en un comunicado donde ha explicado que su conciencia no le permite presentarse a las elecciones presidenciales "salvo en el marco de un régimen democrático verdadero", ya que, en su opinión, "el antiguo régimen todavía no ha caído".

Ha lanzado la mayor parte de sus críticas a la "mala administración" de la transición a la democracia, acusando, sin nombrarlo directamente, al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011 tras 18 días de revolución. Para ello ha empleado una metáfora naval: "El capitán del barco ha rechazado toda la ayuda que le hemos propuesto y ha elegido seguir el camino antiguo, como si no hubiera habido una revolución y no hubiera caído un régimen", se ha quejado. El Baradei ha denunciado que la Junta Militar ha adoptado "decisiones unilaterales" de forma arbitraria, con "una política de seguridad represora caracterizada por la violencia, el acoso y el asesinato".

Para hacer pública su decisión, El Baradei no solo ha emitido un comunicado dirigido a los medios de información, sino también un vídeo en YouTube, en el que explica su postura en un lenguaje más llano, apto para todos los egipcios.

Posible revulsivo

Puede que no fuera el candidato favorito a la Presidencia, ni el más carismático, pero la retirada de El Baradei supone un jarro de agua fría para el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ya que su figura, muy mediática, es respetada por los jóvenes revolucionarios por mantenerse fiel a sus principios.

Su decisión podría ser un revulsivo para los egipcios descontentos con la gestión de los militares, cuya actuación se cuestiona por la represión de las protestas de los últimos meses y por las sospechas de que dicho Consejo militar pretende mantener sus privilegios cuando acabe la transición.

Algunos grupos están llamando a celebrar una "segunda revolución" para lograr un cambio real con motivo del primer aniversario del inicio de las protestas en la plaza cairota de Tahrir y otras partes del país. El Baradei lo sabe y no ha querido marcharse sin hacer un llamamiento a los revolucionarios: "Tengo la confianza en que el pueblo seguirá pidiendo sus derechos hasta que los consiga completamente, y pido a las fuerzas de la revolución que trabajen al lado de todas las partes del pueblo para alcanzar este objetivo". También se ha dirigido a los jóvenes, "quienes van a reconstruir esta nación", y con los que ha dicho que continuará trabajando en la próxima etapa.

En el vídeo es más concreto y ha animado a los jóvenes a "organizarse en una coalición o partido para gobernar Egipto". Aun así, "la mejor manera de participar en la construcción de Egipto es el trabajo desde fuera de las instituciones porque supone más libertad, flexibilidad y poder para alcanzar un cambio rápido", ha asegurado.

Una "bofetada" a los militares

Los grupos de jóvenes revolucionarios han acogido con entusiasmo las palabras del premio Nobel como el Movimiento Jóvenes del 6 de Abril, uno de los instigadores de las protestas que acabaron con los 30 años de régimen de Mubarak. Para un portavoz de esa organización, Mahmud Afifi, "la retirada de El Baradei es una bofetada al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que va a devolver la vida a la revolución poco antes del 25 de enero". La Junta Militar "intenta sabotear la revolución y todo lo ocurrido hasta ahora son tentativas de establecer una contrarrevolución", ha subrayado.

Una opinión distinta tienen los salafistas (musulmanes rigoristas) que creen que la marcha del candidato presidencial obedece a su "escaso apoyo popular". En declaraciones a periodistas, el secretario general del Partido Construcción y Desarrollo, Safuat Abdel Ghani, ha dicho que "la actual situación política no es cómoda para El Baradei", después de la abrumadora mayoría de los partidos islamistas en los comicios a la Cámara Baja, que ha causado inquietud entre los laicos y liberales.

Egipto se encuentra inmerso en un largo proceso electoral, en el que el miércoles pasado culminaron los comicios a la Cámara Baja antes de que comiencen los de la Cámara Alta el próximo 29 de enero, que podría llevar a la formación de un Gobierno de corte islamista.