fútbol

Beckham deshoja la margarita

El inglés decide si se queda con los Galaxy en California o prefiere el dinero de los multimillonarios qataríes para fichar por el París Saint Germain

Los Ángeles Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El futuro de David Beckham en el fútbol estadounidense es incierto, y aunque a diario deshoja la margarita para ver si se marcha o se queda en los Galaxy, la única pista firme es que él y su famosa esposa Victoria prefieren el aire de California para criar a su prole.

Su contrato vence el 31 de diciembre, pero el inglés de 36 años se niega a hablar de su futuro, y así como en la campo evade rivales para dar el pase preciso, juega con las palabras para dar respuestas sin comprometerse, aunque aseguró que su decisión la hará pensando en su familia.

"Creo que al final mi decisión vendrá más tarde, cuando termine el partido del domingo, una vez descanse y vea donde estoy físicamente", afirmó a la prensa en Los Ángeles, previo al choque de los Galaxy contra Houston Dynamo por el título de la temporada 2011 de la Major League Soccer (MLS).

El excapitán de la selección de Inglaterra deberá escoger entre la calidad de vida en California y el dinero que los millonarios inversores qataríes, dueños del club francés París St. Germain, le ofrecen por un contrato de 18 meses.

"La puerta está abierta. Es más que un jugador, es una marca, una estrella del pop", aseguró el brasileño Leonardo en septiembre, el director deportivo del PSG, quien dirigió a 'Becks' en el Milan, durante la segunda cesión a ese club a principios de 2010.

"Aprecio a Leonardo y me siento honrado al saber que él quiere que me una al PSG", dijo Beckham.

Mientras, los directivos de la MLS comienzan ya a hablar en pasado sobre Beckham, aunque el inglés tiene en su contrato una cláusula que le permite hacerse socio propietario de los Galaxy, o para comprar algún otro equipo de la Liga local.

Lo cierto es que, pese a las críticas de que no ha rendido todo lo que se esperaba de un hombre que fichó por 250 millones de dólares -el contrato más grande en la historia de fútbol estadounidense-, Beckham ha sido un negocio en la MLS.

Necesariamente, habrá que hablar de un antes y un después de David Beckham. Desde su firma con los Galaxy, en enero de 2007, la liga estadounidense se ha transformado de un campeonato local de bajo perfil a una plataforma de mercado atractiva para las grandes estrellas internacionales y poderosos clubes europeos.

A la cola del astro inglés llegaron pegados estrellas como el francés Thierry Henry, los mexicanos 'Rafa' Márquez, Cuauhtémoc Blanco y Omar Bravo, el sueco Fredrik Ljumberg, los colombianos Juan Pablo Ángel y Farid Mondragon y el irlandés Robbie Keane.

En los 5 años de Beckham en el fútbol estadounidense, la MLS ha crecido, de 14 a 18 clubes, se hicieron cinco nuevos estadios sólo para fútbol y el promedio de asistencia subió a 17.870 aficionados por partido, para superar a la NBA como tercer deporte en los Estados Unidos, solo detrás del 'football' americano de la NFL y las Grandes Ligas de béisbol. Dan Garber, comisionado de la MLS, ratifica esas palabras. "Sin Beckham la Liga no estaría donde está hoy en día".

La marca Beckham también ha rendido grandes beneficios económicos para la MLS, cuyo valor como franquicia se incrementó en 40 millones de dólares.

Por lo pronto, aunque no gane el campeonato con los Galaxy, deja al club angelino curado en salud financiera, tras la firma el viernes de un contrato de 55 millones de dólares por los derechos televisivos de 10 años con el gigante estadounidense de las telecomunicaciones Time Warner.

En lo deportivo, aunque sólo ha jugado la mitad de los partidos debido a lesiones y préstamos a otros clubes -con el Milan jugó más partidos en el 2009 y 2010 que con los Galaxy-, la presencia de Beckham en el terreno se ha hecho sentir. Esta campaña 2011 ha sido clave para el buen paso de los Galaxy, al ser segundo en asistencias en la liga, con 15 pases, lo cual le valió el premio del Regreso del Año de la MLS.

Ganador de seis campeonatos con el Manchester United y uno con el Real Madrid, Beckham sabe que, a sus 36 años, ésta es su última oportunidad para cerrar con broche de oro su aventura estadounidense. "Ganar este título es más importante para el club que para mí. Creo que el partido del domingo es lo más importante para mí ahora", aseveró Beckham.