Casillas recibió un gol ridículo el día de su récord

Si hay un futbolista que nunca se olvidará del pesado desplazamiento a Costa Rica es Iker Casillas, el nuevo 'recordman' español de internacionalidades al sumar nada menos que 127 presencias con la absoluta, una más que el alavés Andoni Zubizarreta. Un hito firmado en el Estadio Nacional, una joya arquitectónica donada por el gobierno chino a cambio de pingües acuerdos comerciales.

Si en Wembley apenas tuvo trabajo, en Centroamérica sufrió sudores fríos. Recibió quizá el gol más ridículo de su carrera.

Dudó ante una cesión sin peligro y se la regaló a Brenes. Ni despejó para quitarse el balón de encima, ni lo pasó de primeras a un compañero, ni lo controló con la zurda. Pifió con la derecha, su pierna mala, y permitió el 0-1. Once minutos después, no pudo hacer nada para desviar el gran tiro de Campbell desde fuera del área.

Maldijo el mostoleño estas acciones alejado de su área, con las manos atrás y el rostro desencajado. Y fue reemplazado en el descanso por Víctor Valdés.