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Nadal se cita con Federer

El balear, en el grupo B con el suizo, Tsonga y Fish. El A lo forman Djokovic, Murray, Ferrer y Berdych

MADRID Actualizado: Guardar
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Rafael Nadal y Roger Federer, o lo que es lo mismo, los dos últimos finalistas del torneo y los dos tenistas en activo con más títulos de ‘Grand Slam’, quedaron emparejados en el Grupo B de la Copa Masters, que se disputará en Londres a partir del 20 de noviembre. El suizo no será el único gran escollo para el manacorense.

El sorteo también encuadró en el mismo grupo al francés Jo-Wilfried Tsonga, uno de los tenistas más en forma del momento, y al norteamericano Mardy Fish, que acude con la ilusión de ser el único debutante de los ocho tenistas del torneo. El número dos del mundo iniciará su recorrido en Londres ante el estadounidense mientra que el vigente campeón reeditará la final del Masters de París y comenzará ante el galo. El suizo, ganador en los años 2003, 2004, 2006, 2007 y 2010, pretende superar a Pete Sampras e Ivan Lendl, que al igual que el helvético acumulan cinco éxitos en la competición.

Por otro lado, el alicantino David Ferrer compartirá el Grupo A con el número uno del mundo, Novak Djokovic, el británico Andy Murray, que contará con el apoyo de la afición londinense, y el checo Tomas Berdych. El alicantino debutará el lunes ante el escocés, que ha vencido las cuatro últimas ocasiones al de Jávea. Djokovic, que busca coronar una de las mejores campañas en la historia del tenis, jugará a continuación ante el finalista de Wimbledon 2010.

En dobles, los estadounidenses Bob Bryan y Mike Bryan y la pareja formada por el francés Michael Llodra y el serbio Nenad Zimonjic lideran los Grupo A y B, respectivamente. Otros dos equipos, los compuestos por el sueco Robert Lindstedt y el rumano Horia Tecau y la del indio Rohan Bopanna con el paquistaní Aisam-Ul-Haq Qureshi, que harán su debut en el torneo de fin de temporada.

Federer recupera la sonrisa

Después de alzar los puños y mirar al techo, la felicidad se dibuja perfectamente en su sonrisa. Su rostro alborozado refleja la satisfacción del trabajo bien hecho. Esa ilusión que sobresale por encima del brillo de su trofeo, conseguido en la capital francesa, parece reflejar el éxito obtenido por un joven tenista que sueña con alcanzar lo más alto. Pero nada más lejos de la realidad. Porque el encargado de sonreír a los fotógrafos y levantar la copa suma ya 69 trofeos, una difícilmente repetible marca de triunfos logrados con una diferencia de diez años entre el primero y el último. Durante todo este tiempo, Roger Federer ha demostrado ser el mejor tenista de la historia.

Se cuestionaba su estado de forma, se dudaba de si a su edad podría volver a lo más alto y volvería a lograr triunfos importantes, y se debatía acerca del tiempo que seguirá Roger Federer, el jugador con más títulos de ‘Grand Slam’ de la historia, en el circuito. Y el ‘treinteañero’ helvético respondió donde más le gusta: en la pista, y en forma de victoria. Después de levantar el título en su Basilea natal, derrotando a la revelación del momento, Nishikori, que llegaba después de doblegar al invencible Djokovic, el exnúmero uno retomó su mejor tenis en París. Sin ceder un solo set en todo el torneo, revivía sus mejores momentos bajo techo y conseguía uno de los pocos títulos que no había logrado aún.

Estos dos últimos triunfos destacan más aún tras una temporada marcada por la escasez de trofeos. El suizo ha conseguido en este 2011 llegar a semifinales del Open de Australia del US Open y a la final de Roland Garros, mientras que en los Masters 1.000 no había llegado a ninguna final un año en el que ha “vivido derrotas duras”. “He jugado bien durante unos cuantos meses. Puede que no ganara el US Open, pero Djokovic hizo un gran partido. Y antes de eso creo que tuve algunos momentos en los que jugué realmente bien, como en Wimbledon y en Roland Garros”, comentó tras su último triunfo. Porque lo que sería una auténtica hazaña para cualquier tenista, parece demasiado poco para alguien considerado como el mejor de todos los tiempos.

Tras sus últimas victorias, a la recuperación de su estado anímico hay que sumarle el de su juego. Su demoledora y temida derecha, con la que ha triturado a todo el que se le ha cruzado en su camino a lo largo de su carrera, y su efectivo servicio, han vuelto a brillar. De esta manera, el ganador de 16 títulos de ‘Grand Slam’ encara el último torneo importante del año como uno de los principales favoritos para revalidar el título conquistado la temporada pasada ante Nadal y seguir así engordando su infinita lista de éxitos y agrandar una carrera que le ha llevado a convertirse en un tenista eterno.