fútbol | primera división

Varas frena al Barça

El guardameta visitante culminó un gran partido al detener un penalti a Messi en el último minuto

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Javi Varas se coronó este sábado en el Camp Nou como un portero grande, un arquero de categoría superior. No solo le detuvo un penalti a Messi en el minuto 93, cuando el partido ya agonizaba, sino que tuvo hasta media docena de paradas de mérito y se convirtió en todo muro para su equipo que se llevó un merecido punto de Barcelona ante un Barça que quiso, lo intentó, pero esta vez no pudo. Ni de jugada, ni de córner, ni siquiera de pena máxima. Si la pelota no quiere entrar, no hay nada que hacer.

Y es que cuando se disputa el duelo de invictos y 'Zamoras' no hay más que un resultado posible: tablas. Empate a cero como el que cosecharon el Barça y el Sevilla, en un partido dominado por los azulgrana. Los blaugrana pusieron más empeño en la victoria y llegaron a tener hasta una decena de ocasiones, pero el acierto se lo habían dejado en el hotel y cedieron un punto que entrega el liderato al Real Madrid.

El Barça, con una defensa de tres, temía las contras del Sevilla, pero ni así tomó las precauciones que suelen adoptar otros. Salió desde el inicio a por el partido, pero le faltaba velocidad, fluidez, precisión y que Iniesta, Villa y Messi conectaran mejor. Sus paredes endiabladas no brotaron como suele ser habitual, en parte por culpa del Sevilla, que de alguna manera exhibió sobre el tapete más o menos lo que esperaba Guardiola.

"Marcelino García Toral es un maestro del orden defensivo, seguro que nos cortarán muchos pasillos interiores". Diagnóstico exacto de lo que puso en juego el Sevilla, que se le atragantó al juego de toque, pase y control del Barça y firmó un gran partido.

Los hispalenses, con un chaval de 18 años (Campaña) como eje del centro del campo, se plantaron muy bien cerrados atrás, pero saliendo con mucho criterio. Navas y Armenteros eran dos puñales, si bien Del Moral estaba algo solo arriba. Pero es lo que pasa cuando un técnico decide poblar el centro del campo con cinco jugadores a costa de alinear delanteros. El equipo puede quitarle el balón al Barça, y ese era el objetivo inicial, aunque luego faltan efectivos de vanguardia. Se supone que ese es el dilema de un entrenador cuando visita el Camp Nou. ¿Muchos centrocampistas, control, robo de balón y pocos delanteros o mayor fragilidad defensiva y alguna opción más de llegar arriba?

Marcelino se la jugó tratando de desarmar al Barça y se llevó el gato al agua, tanto en la primera mitad como en la segunda, que transcurrió por los mismos derroteros. El Barça lo intentaba y el Sevilla reculaba, cedía más terreno, quizá empezaba a notar los minutos, pero el Barça volvía a caer siempre en la misma trampa.

Faltaba un plan B, el equipo catalán puede creer al cien por cien en lo que hace, pero tiene que ofrecer alternativas, factores sorpresa en un momento dado. Llegó en el minuto 92. Iniesta agarró el balón, entró en el área, Fazio le derribó y penalti. Messi buscó el palo, pero Varas llegó antes. Era su noche. Ha nacido una estrella.