el universo británico

Hombre amarillo, mujer blanca

Una serie de la BBC recuerda los primeros matrimonios mixtos de hace un siglo en Reino Unido

MADRID Actualizado: Guardar
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Un marinero chino acaba de llegar a Liverpool con la maleta llena de ilusiones. Busca, como todos los emigrantes, una vida mejor en una sociedad próspera. Al poco de llegar, se enamora perdidamente de una joven de la ciudad, que le corresponde. Ambos tienen hijos y viven felices, e intentan sobreponerse lo mejor que pueden a los prejuicios de cualquier sociedad ante lo desconocido. Una historia de amor que, en fin, resulta absolutamente común en la Gran Bretaña, y en la Europa, y en el mundo, de 2011, pero más llamativa, insólita realmente, en 1911, cuando una pequeña pero significativa comunidad de extranjeros comenzó a instalarse en las principales ciudades inglesas y empezaron a forjarse los primeros matrimonios mixtos en las islas británicas.

Ahora, la BBC se remonta un siglo atrás para recordar a aquellos precursores del amor globalizado con la serie documental ‘Mixed Britannia’. Unas parejas que se integraron bien en la sociedad pero que sin embargo tuvieron que afrontar el rechazo de los gobiernos británicos de la época, preocupados por la supuesta contaminación de la sangre que los matrimonios mixtos llevarían a la sociedad.

La serie detalla con ejemplos concretos este racismo gubernamental. Una a una, desgrana historias de yemeníes, guyaneses, esrilanqueses… víctimas del amor y también de los prejuicios. El chino Stanley Ah Foo, por ejemplo, tenía que llevar siempre consigo su carné de identidad, acudía a dependencias policiales regularmente y sufría toque de queda todas las noches; su mujer llegó a perder hasta la nacionalidad británica. Otros casos resultan incluso más dramáticos. Connie Hoe, hija de padre chino y madre blanca, relata cómo docenas de hijos de matrimonios mixtos sufrieron pruebas eugenésicas de algunos médicos que trataban de comprobar la relación entre la apariencia física y el intelecto. “Medían nuestras cabezas, comprobaban el color de nuestros ojos y se fijaban en nuestra complexión”, recuerda Hoe. Paradójicamente, los protagonistas de la serie no sintieron ese racismo en la sociedad. “Donde nosotros vivíamos no existía el sentimiento de que los matrimonios mixtos estuvieran mal”, cuenta en el ‘Guardian’ Anita Crozier, hija de padre guyanés y madre blanca que creció en el East End de London en los años 30.

El censo de Inglaterra y Gales registró por primera vez en 2001 la posibilidad de contestar ‘mezcla racial’ en el origen. Hasta ese momento, quienes se consideraban como interraciales se registraban como minoría étnica, sin más detalle. El 1,3% de la población se identificó a sí misma como “mixta”. Según un estudio de la Universidad de Leeds, en 2020, el 2% de los británicos tendrá una madre y un padre de origen étnico diferente.