El jugador de la selección de España Pedro Gil festeja una anotación ante Argentina. / Efe
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Una gesta inadvertida

La selección española de hockey sobre patines ha ganado los últimos cuatro campeonatos del mundo y seis europeos de manera consecutiva

MADRID Actualizado: Guardar
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"Somos campeones en muchas especialidades, pero, a expensas de lo que haga la selección de fútbol, que ha empezado una racha brillante, creo que como la selección de baloncesto no hay otro equipo en el deporte español que haya brillado tanto en la historia". Se equivocaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando pronunció estas palabras con motivo de la audiencia que concedió al combinado nacional de baloncesto tras su triunfo en el Europeo de Lituania. El jefe del Ejecutivo pasó por alto que diecinueve títulos mundiales de los 24 obtenidos por España en deportes de equipo corresponden al hockey sobre patines.

Hay tendencia a olvidarles. Ya no es el único deporte de equipo que coloca al país en la vanguardia mundial, sin embargo lo que han conseguido los hombres dirigidos por Carlos Feriche es algo espectacular y que quizá ninguna de las selecciones de jugadores que compiten por España en otras disciplinas llegue a conseguir nunca. Los 'sticks' tienen la fórmula mágica de la victoria.

Han ganado los últimos cuatro campeonatos del mundo, el último el pasado fin de semana en Argentina ante el combinado albiceleste, y seis europeos de manera consecutiva, sumando a sus vitrinas un total de quince mundiales. Unos números bestiales que pasan inadvertidos, sin hacer ruido y a escondidas, casi en la clandestinidad ya que el morbo futbolístico impera en los informativos. La trayectoria de España en este deporte es intachable. No pierden un partido de competición oficial desde 2003, cuando cayeron por 3-2 en las semifinales del Mundial de Portugal ante Italia. Una única derrota en 67 encuentros. Once años ganándolo todo.

Cantera catalana

Los componentes de la selección, compuesto en exclusividad por jugadores y entrenadores catalanes, lamentan que estos éxitos sin precedentes no tengan la repercusión que merecen. «A las instituciones no les interesa el hockey patines», sentencian. En Cataluña está la cuna y cantera de este deporte minoritario que tiene el reto de hacerse olímpico y prolongar su repercusión en el tiempo.

La federación catalana llegó a proponer oficialmente su participación en torneos internacionales, llegando a disputar, y ganar, el Mundial B en 2004 con jugadores que no eran internacionales por España. Finalmente, las altas instancias del hockey patines a nivel mundial rechazaron la petición de Cataluña, quedando la participación en aquel torneo como una anécdota.