crisis financiera

Fitch baja dos escalones la nota de solvencia de España

Ha tomado esta decisión por la intensificación de la crisis de la UE y las dudas sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit

MADRID Actualizado: Guardar
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Las agencias de calificación rivalizan en la comunicación de malas noticias. Fitch Ratings, la de menor tamaño entre las grandes del sector, rebajó este viernes dos peldaños la nota de la deuda a largo plazo de España para dejarla en AA-, y, lo que es peor, apunta que incluso ese nivel podría resultar excesivo, y lo acompañó de una perspectiva negativa, lo que apunta a un futuro recorte adicional si no mejoran las condiciones.

Las razones apuntadas para el descenso son las ya conocidas. A sus analistas les parece que las comunidades autónomas van a tener dificultades para cumplir los compromisos de reducción del déficit, y que el débil crecimiento previsto para España recortará ingresos y aumentará las dificultades. Las tensiones de la zona euro no ayudarán precisamente a superar el bache. También mencionan otros factores de incertidumbre, como el impacto de la desaceleración económica en el sector bancario. Y advierten, en concreto, de que una nueva rebaja podría producirse si los costes de recapitalización del sistema financiero, y en particular de las cajas de ahorro, superan finalmente sus propias estimaciones, cifradas en 17.300 millones a finales de este año -no ocurrirá así, según el Banco de España- y rebasan los 30.000 millones de euros a partir del próximo año.

Fitch ya había sugerido estos argumentos cuando, el pasado marzo, colocó la perspectiva de los bonos españoles, hasta entonces estable, bajo el epígrafe de negativa. El pasado mes recortó la calificación de cinco comunidades autónomas (Andalucía, Canarias, Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana) y esta misma semana redujo en dos tramos la del País Vasco.

Complejidad

La agencia enmarca las dificultades en un contexto europeo delicado, y no parece confiar en un impacto inmediato del resultado de las elecciones generales sobre la situación de las finanzas públicas españolas. Pese a reconocer las medidas ya adoptadas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y su "respuesta agresiva" mediante los ajustes emprendido, considera que "una solución creíble y exhaustiva a la crisis es política y técnicamente compleja, y llevará tiempo conseguirla y recuperar la confianza de los mercados".

El informe de Fitch no irá seguido en este caso de una rebaja en cadena de la calificación de las empresas españolas, según anticipa la agencia. Este tipo de recortes introducen mayores dificultades en la financiación de las compañías, que se ven obligadas a ofrecer un precio más elevado a los inversores. Otro aspecto positivo del análisis es la proyección del crecimiento a largo plazo. Aunque estima que el crecimiento del Producto Interior Bruto de España estará por debajo del 2% en los próximos tres años, y que las tasas de paro pueden llegar a superar las actuales, adelanta que más allá de 2015, se alcanzará "un ritmo de crecimiento potencial por encima de la media de la zona euro".

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya ha comentado en ocasiones que los analistas parecen competir entre ellos, puesto que cada día publican previsiones que entienden que deben ser más pesimistas que las anteriores. En esta ocasión, desde el Ministerio de Economía se ha recordado que la decisión de la agencia Fitch es respetada, como todas, pero en ningún caso compartida. Antes de que termine este mes, otra de las grandes calificadoras, Moody´s, tiene previsto pronunciarse sobre una eventual rebaja de la nota de España, que podría descender desde Aa2 a Aa3.