Skype competirá contra las operadoras tradicionales. / Archivo
NUEVAS tecnologías

La carrera por la supervelocidad móvil

Madrid y Barcelona comienzan la próxima semana a probar la esperada tecnología 4G

MADRID Actualizado: Guardar
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Que una conexión móvil sea capaz de 'rodar' a 100 megas por segundo parece una utopía teniendo en cuenta que solo un puñado de afortunados logran alcanzar a día de hoy una media de cinco o seis megas de descarga.

Algo que apenas da para poder ver un vídeo de baja calidad de un tirón en un 'smartphone'. Sin embargo, la supervelocidad inalámbrica en España está más cerca de liberarse de esa concepción que la sitúa en un plano futurista, puesto que las tres grandes operadoras ya han anunciado la puesta en marcha de sus servicios para ofrecer la cuarta generación de Internet móvil. Una apuesta que permitirá ofrecer velocidades entre los 30 y los 100 megas por segundo, cifras que solo era posible alcanzar gracias a la fibra óptica en contadas ocasiones y localizaciones geográficas.

En los próximos días, grandes empresas afincadas tanto en Madrid como en Barcelona se convertirán de la mano de Telefónica en los primeros testigos de una versión prematura de la red LTE (nombre técnico del 4G). A final de mes, Málaga completará una terna de ciudades que ya habrán probado esta tecnología cuando Vodafone inicie sus ensayos. En cambio, solo Orange ha insinuado cuándo y dónde dejará de ser un servicio precomercial. A finales de año, la primera ciudad donde previsiblemente los particulares podrán contratar este producto será Valencia, según la declaración de intenciones que hizo Jean-Marc Vignolles, consejero delegado de la marca francesa en España. Esos son los plazos de la implementación de una tecnología que cuentan con un largo recorrido en otros países como Japón, Suecia o Finlandia.

«Este desembarco supone un salto cualitativo y cuantitativo en la velocidad de transmisión de datos con respecto a la situación actual», asegura Sergio Ríos, experto en tecnología y profesor de la Universidad Pontificia en Madrid. Y es que la media de descarga actual varia desde 1,5 hasta 3 megabytes. Esto siempre que uno se encuentre en área de cobertura 3G, ya que si el teléfono solo tiene la posibilidad de engancharse a una red GPRS hay que olvidarse de casi cualquier tarea que requiera conexión web.

El abanico de opciones que se abre ahora es enorme. Por ejemplo, la descarga de una pista de MP3 tardaría 0,3 segundos, lo que viene a ser un abrir y cerrar de ojos en el sentido más estricto de la expresión. Realizar una videoconferencia desde el móvil, algo que ahora puede resultar un esfuerzo que ponga a prueba hasta la paciencia más hercúlea, será un simple trámite. Aplicaciones de llamadas de VozIP, como Skype, tendrán un ancho de banda más que suficiente. Por no hablar de la posibilidad de visualizar películas en 'streaming'. «El desarrollo de las redes LTE acabará por dar la posibilidad de ver contenidos en alta definición sin problemas desde dispositivos móviles», explica Ríos. Tareas que se podrán realizar en sitios como el metro, un parque o una cafetería.

Por el momento, el uso de esta tecnología no será posible si no es con la intermediación de un módem USB, dado que en España no se ha comercializado ningún terminal portátil que pueda soportar esa capacidad. Otro de los sectores que puede sufrir un gran crecimiento con el desarrollo del 4G es el mercado de las tabletas puesto que maximiza las posibilidades de estos dispositivos.


Conexión a 350 por hora

El estándar LTE es capaz de soportar movilidad hasta en altas velocidades. En un futuro se podrá viajar a 350 kilómetros por horas sin perder la conexión. Lo que se traduce en que una persona que viaje en el AVE no se quede sin acceso a la red en todo el trayecto.

«En muchas situaciones, pue al estar estas sujetas, por ejemplo, a vaivenes meteorológicos. «Además, se ha de tener presente el tema de la cobertura en interiores», asevera Sergio Ríos.

La esperada irrupción del 4G supondrá también la aparición de una nueva generación de dispositivos que se beneficien de estas altas velocidades, como ya se ha visto en Japón. Es el caso de grabadoras de vídeo o reproductores de imagen que se puedan visualizan en remoto. Estos avances, unidos a la proliferación en Internet de potentes servicios de alquiler de películas y series de televisión, como Netflix o Tivo, plantean nuevos interrogantes en el consumo televisivo tal y como ha sido entendido hasta ahora. Del mismo modo, también se verán nuevos electrodomésticos: desde un frigorífico que actualiza la lista de la compra hasta lavadoras capaces de mandar notificaciones al móvil.