El nuevo ministro de Economía griego, Evangelos Venizelos. / Archivo
crisis económica

El Gobierno griego aprueba el nuevo plan de austeridad

El proyecto de ley será remitido mañana al Parlamento y deberá ser votado antes de que acabe el mes para cumplir con la fecha límite para el desembolso del siguiente tramo de ayuda de la UE y el FMI

ATENAS/BRUSELAS Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El consejo de ministros de Grecia ha aprobado el proyecto de ley que recoge los detalles de su nuevo plan de austeridad para los próximos cinco años, una condición para recibir más financiación de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), según fuentes del Gobierno.

"El consejo de ministros ha aprobado el borrador de la ley", ha indicado una fuente oficial del Gobierno a los periodistas después de la reunión del Ejecutivo. El proyecto de ley que desarrolla el nuevo plan de austeridad será remitido al Parlamento griego mañana y debe ser votado a finales de este mes para cumplir con la fecha límite para el desembolso del siguiente tramo de ayuda de la UE y el FMI, ha agregado otra fuente gubernamental.

La aprobación por parte del Parlamento griego del plan de ajuste y privatizaciones de 28.000 millones de euros acordado con Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es condición necesaria para que la UE desembolse la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos este verano.

La presión de los Veintisiete

Los líderes europeos buscarán mañana un principio de acuerdo sobre el segundo rescate de alrededor de 100.000 millones que necesita Grecia para los próximos años. Este compromiso es una exigencia del FMI para pagar su parte de la ayuda urgente (3.300 millones), pero algunos países como Alemania o Países Bajos se resisten a que de la cumbre salga ya un pacto definitivo.

La estrategia de persuasión a Grecia comenzará en la reunión previa a la cumbre de los líderes del PP europeo, que tratarán de convencer al líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras, de que apoye este plan de ajuste, que ha sido negociado por el primer ministro Papandreu, según han informado fuentes europeas.

A la reunión de los populares europeos está prevista la asistencia de la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro francés, François Fillon; el italiano Silvio Berlusconi; el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. Además, antes del inicio del Consejo Europeo habrá una reunión entre Van Rompuy, Merkel y Sarkozy, a la que quizá se invite a Papandreu, para tratar de alcanzar un acuerdo sobre Grecia.

Barroso ha vuelto a repetir hoy ante el pleno de la Eurocámara que "no hay alternativa" al plan de ajuste y ha reclamado "un consenso nacional y no políticas partidarias miopes". "Necesitamos un consenso nacional en Grecia para que Grecia pueda ganar la confianza de sus socios y de los mercados", ha insistido.

La votación del plan de ajuste está prevista para el próximo 28 de junio. Los ministros de Economía de la eurozona celebrarán una nueva reunión extraordinaria el próximo 3 de julio para tratar de desbloquear la ayuda de 12.000 millones a Atenas. Pero el FMI ya ha avisado de que no pagará su parte (3.300) si la UE no le da garantías de que seguirá financiando a Grecia durante los próximos doce meses.

Las reticencias de Alemania

Para contentar al Fondo, los líderes europeos tratarán de vencer la resistencia de Alemania y lograr un principio de acuerdo sobre el segundo rescate de Grecia, según las fuentes. La principal dificultad de este nuevo plan de ayuda, que se sumaría al de 110.000 millones que se acordó el año pasado, estriba en definir cómo participarán los bancos privados.

Los ministros de Economía de la eurozona pactaron el domingo que la contribución será puramente voluntaria y se diseñará de forma que no sea interpretada por los mercados o por las agencias de 'rating' como un impago. Pero falta por concretar las modalidades técnicas y determinar cuál será el importe de la participación de los bancos.

Alemania insiste en que la contribución del sector privado debe ser sustancial para que todo el peso del rescate no recaiga en los contribuyentes. Pero ha dado marcha atrás en su enfrentamiento con el Banco Central Europeo (BCE) y ha archivado su pretensión de aplazar siete años el pago de la deuda griega en manos de tenedores privados mediante un canje de bonos.

El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, ha explicado que el segundo rescate griego incluirá nuevas ayudas de la UE y el FMI por valor de 80.000 millones de euros más una participación del sector privado de unos 25.000 millones. Los países de la UE ya han iniciado contactos con los bancos para determinar hasta qué punto están dispuestos a participar voluntariamente en el nuevo plan de ayuda.

No obstante, no se espera que del Consejo Europeo salgan ya cifras tan ajustadas, sino que la definición de las líneas generales del segundo rescate se dejará para la reunión de ministros de Economía del 11 de julio.