Dos detenidos por raptar y golpear a una chica por un 'chivatazo'

Él acababa de salir de prisión y ella era amiga y compatriota de la víctima. Los dos están acusados de secuestrar a una joven en pleno centro de la capital, subirla a un coche, trasladarla a un descampado de Laguna de Duero y someterla allí a toda clase de vejaciones antes de abandonarla desnuda. Los agentes que lograron detener a los sospechosos creen que semejante castigo estuvo motivado por un «ajuste de cuentas» presumiblemente vinculado a algún 'chivatazo' por tema de drogas -esa, al menos, es su principal hipótesis-.

Los brutales hechos ocurrieron el primer sábado de junio (día 4) de madrugada. Los secuestradores abordaron a la víctima, una marroquí de 32 años, en las inmediaciones de la plaza de Madrid y la subieron a la fuerza a un coche. Una vez dentro, y camino del municipio del alfoz, comenzó el rosario de golpes, vejaciones y amenazas. «Le quitaron el bolso y la golpearon hasta llegar a un solar situado en las inmediaciones de Torrelago», según relatan fuentes de la investigación.

Lo peor estaba aún por llegar. Los agresores sacaron a la chica a golpes del vehículo, le raparon la cabeza, luego rociaron su rostro con un aerosol -con algún tipo de sustancia irritante- y acto seguido la sujetaron, después de quitarle la ropa, mientras uno de los atacantes sacaba una navaja con la intención de «marcarle la cara» en un gesto carcelario y mafioso denominado en el argot 'la raja del chivato'.

La joven, sin embargo, logró zafarse y evitó la navajada interponiendo la mano. «Sufrió un buen corte profundo en la palma y luego consiguió escaparse corriendo rumbo a la carretera de Madrid», añaden las fuentes consultadas. Antes recibió una amenaza de muerte si se le ocurría contar lo ocurrido. Pero cómo no lo iba a decir si debía volver a pie y desnuda a su domicilio en la ciudad. Un testigo la vio en una rotonda próxima a Torrelago y avisó de inmediato al 062. Ella identificó a los agresores. La primera sospechosa, N. B., de 32 años y también marroquí, fue arrestada esa misma mañana. El otro, J. S. C., de 34 y español, fue detenido el martes cerca de Nicolás Salmerón.

El varón tiene numerosos antecedentes por drogas -posible motivo del ajuste de cuentas-, robo con fuerza y violencia doméstica. Apenas cumplió un mes fuera de la cárcel.