crisis financiera

Los ministros de Economía de la eurozona no se ponen de acuerdo sobre el rescate de Grecia

Alemania y el BCE mantienen su enfrentamiento sobre cómo deben participar los bancos privados en este segundo plan de ayuda

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Los ministros de Economía de la zona euro no han logrado acercar posturas sobre el segundo rescate de Grecia. Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) mantienen su enfrentamiento sobre cómo deben participar los bancos privados en este segundo plan de ayuda, según han informado fuentes europeas.

Las divergencias entre los Estados miembros han impedido incluso publicar al término de la reunión un comunicado conjunto sobre el rescate de Grecia, tal y como se había previsto inicialmente. "No hay acuerdo aún, seguimos negociando", han explicado las fuentes.

Ante esta situación, los ministros de la zona euro volverán a reunirse el domingo para avanzar en el diseño del plan. "Vamos a continuar trabajando sobre Grecia en una reunión del Eurogrupo en Luxemburgo el domingo", ha informado el ministro de Finanzas belga.

El segundo rescate de Grecia ascenderá a alrededor de 80.000 millones de euros, más 25.000 millones que deberían poner los bancos privados, según ha avanzado el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders. Sin embargo, no hay acuerdo en el Eurogrupo sobre cómo debe participar el sector privado en el nuevo plan de ayuda.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha insistido en que el segundo rescate incluya un canje voluntario de los bonos griegos en manos de inversores privados que vencen en los próximos dos años por otros que venzan dentro de siete años. Su objetivo es evitar que los contribuyentes asuman toda la carga de la nueva asistencia. "El Gobierno alemán está dispuesto a participar en medidas adicionales" de apoyo a Grecia, ha dicho Schaüble. "Por supuesto, la participación del sector privado es un elemento de un programa adicional", ha insistido, sin precisar las modalidades.

El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, ha precisado ante su Parlamento que los inversores privados deberán contribuir en al menos el 20% o el 30% al nuevo préstamo. "No es justo que los beneficios vayan a los bancos mientras que los contribuyentes asuman la carga de las pérdidas", ha dicho por su parte la ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter. "El sector privado debe participar en el proceso de reducción de la deuda", ha señalado. El ministro finlandés, Jyrki Katainen, ha defendido que es "crucial" lograr "alguna forma de participación del sector privado".

Draghi alerta del efecto contagio de una reestructuración

En contraste, el futuro presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho que una reestructuración suave de la deuda griega, como pide Alemania, tendría más costes que beneficios y provocaría un efecto de contagio al resto de países de la eurozona. Draghi ha resaltado que la participación del sector privado en el segundo rescate de Grecia debe ser exclusivamente "voluntaria". "El BCE no está a favor de reestructuraciones o quitas. Deberíamos excluir todas las opciones que no sean puramente voluntarias o que tengan alguna dosis de obligatoriedad", ha resaltado Draghi en una audiencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, que debe pronunciarse sobre su candidatura. "Los costes de la quiebra superarían a los beneficios", ha insistido.

"Se están discutiendo básicamente dos iniciativas. Una es la iniciativa de Viena (que consiste en invitar a los bancos a comprar nuevos bonos griegos cuando venzan los que tienen en su cartera), que para mi es completamente voluntaria", ha explicado Draghi. "La otra es el canje de deuda (opción que defiende Alemania), y no he podido entender si es voluntaria o podría terminar siendo involuntaria", ha agregado.

"Hay muchos inversores que estarían muy contentos de explotar una quiebra mal gestionada", ha avisado el futuro presidente del BCE. "Esta es la lección que nos ha enseñado Lehman, que fue la quiebra más cara de la historia. Y no queremos repetir nada que se parezca a esa experiencia", ha insistido Draghi.

"Tenemos que ser cuidadosos, atender también las razones del BCE y tratar de buscar una solución que sea buena para Grecia, pero también lo más equilibrada posible para todo el conjunto de la zona euro, para nuestra moneda única", ha subrayado por su parte la vicepresidenta económica española, Elena Salgado.

También el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, ha defendido que la participación de los bancos privados se haga "de forma voluntaria", invitándoles a "mantener sus créditos a Grecia durante los próximos años". "Cualquier medida de autoridad sería un riesgo, no sólo para Grecia, sino también para Portugal, Grecia y la eurozona", ha avisado Reynders. "Sería hacer un regalo a los especuladores que han apostado a la quiebra de Grecia", ha remachado.