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La euforia colapsa las plazas de toda Cataluña

La cuarta Copa de Europa desborda todas las previsiones

Barcelona Actualizado: Guardar
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A diferencia de los jugadores, que sobre el césped daban la sensación de haber ganado un torneo menor, los aficionados culés se echaron a la calle con una alegría desbordante, una euforia que colapsó calles y plazas de toda Cataluña. La cuarta Copa de Europa en la historia del FC Barcelona se celebró a lo grande, porque tal y como advirtió Pep Guardiola en la previa: "Puede que esta sea nuestra última final de Champions". Con esta premisa, miles de blaugranas tomaron las principales glorietas, en especial la plaza de Cataluña de Barcelona y la fuente de Canaletas, vestida con sus mejores galas para la ocasión.

La peor noticia la arrojaron unas decenas de personas que mancharon las celebraciones enfrentándose con los Mossos d'Esquadra. Un grupo de ellas seguían lanzando botellas y otros objetos en la calle Pelayo, cerca del tradicional punto de encuentro de la afición. Al menos 82 personas resultaban detenidas a causa de estos hechos y otras 132 han tenido que ser atendidas por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

Como Joan Gaspart hace 19 años en el Támesis, miles de aficionados se bañaron este sábado en la fuente de Canaletas. Fiel a las grandes citas, el famoso surtidor fue el epicentro de la celebración azulgrana. Pero no solo Canaletas. También la fuente de Cibeles, en Madrid, hizo una excepción y por un día se vistió de azulgrana para acoger al cerca de millar de blaugranas residentes en la capital de España que quisieron celebrar la 'Champions' allí donde más le duele al eterno rival, su diosa y musa de los éxitos. Los azulgrana no tuvieron piedad con la diosa y entonaron eso que tanto les gusta cantar: "`Madrid, cabrón, saluda al campeón!". En Canaletas, el Madrid fue también uno de los protagonistas no invitados, igual que Mourinho, Pepe, Sergio Ramos o Florentino. Y entre tanta alusión al rival, Guardiola, Messi (nuevo rey de Cataluña), Xavi, Puyol, Villa y Pedro se llevaron la palma. "¡Mourinho, ahora entiendes por qué!", concluyeron los cánticos.

La fiesta empezó fuera de Canaletas

Las autoridades municipales y autonómicas temían que la celebración del Barça se mezclara con la acampada de los indignados en la plaza de Cataluña. El desalojo temporal del viernes se produjo para limpiar la plaza y para requisar todos los objetos que pudieran ser potencialmente peligrosos. Con el objetivo de disgregar la fiesta, el Barça y el ayuntamiento trasladaron la retransmisión del partido en una pantalla gigante, así como los actos festivos postpartido en el Arco del Triunfo, en Barcelona, algo apartado de la plaza de Cataluña. Unas 35.000 personas siguieron el partido en este emplazamiento, pero nada más acabar la final los aficionados enfilaron el camino hacia la plaza de Cataluña.

La retransmisión que el Barça tenía preparada en el Miniestadi, mientras, se tuvo que cancelar poco antes de que comenzara el partido a causa de las ráfagas de viento, que ponían en peligro la estabilidad de la pantalla, según informó el club. Otra de las zonas en las que se ubicó una pantalla para emitir la final fue el festival de música Primavera Sound, en el Fórum de Diagonal Mar, donde se congregaron unas 8.000 personas. Todas estas medidas perseguían el objetivo de alejar a los culés de la plaza de Cataluña. Los incidentes registrados en las celebraciones anteriores presagiaban una noche con disturbios. Más aún con una acampada que podía dificultar la intervención policial. Hasta bien entrada la noche se mantenía el tono festivo y pacífico y las algaradas brillaban por su ausencia. Como en otras ocasiones, los disturbios comenzaban a registrarse a partir de las dos de la noche. La gran fiesta azulgrana será este domingo, con la rúa que recorrerá toda la ciudad y en la que la afición se entregará a sus héroes.