ELECCIONES 22-M

Rubalcaba hace un llamamiento desesperado a los indignados

"Entendemos que algunos se sientan defraudados pero ahora se trata de confiar en los amigos o ceder el paso al adversario", dice

VIGO Actualizado: Guardar
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A la misma hora en la que miles de personas se congregaban en la Puerta del Sol, movilizados por la plataforma 'Democracia Real Ya' el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, lanzaba un mensaje a la desesperada en Vigo. "Entendemos que haya alguien distante, que algunos amigos nuestros nos vean con reticencia, que se sientan defraudados - se arrancó- pero tenemos que decirles que aquí se trata de confiar en los amigos o dejar el paso a los adversarios".

El propio número dos del Gobierno negó después, en un fugaz encuentro con la prensa, que tuviera la cabeza puesta en los manifestantes. Quienes estos días han salido a las calles son personas a las que, según los socialistas, hay que dar electoramente por perdidas. Sin embargo, nadie niega que exista una cierta permeabilidad con su electorado y el riesgo de que ese activismo, aparentemente de izquierdas, contagie a aquellos filosocialistas que ya habían sufrido el mordico de la apatía es más que real.

No, Rubalcaba no lo decía por ellos. Y, aún así, sacó a colación lo que ocurrió en el Reino Unido después de que el electorado diera la espalda al laborista Gordon Brown y el 'torie' David Cameron llegara al poder. Contó que los conservadores optaron por subir las tasas universitarias un 300%, que en la práctica "eso va a dificultar que los hijos de los trabajadores vayan a la Universidad" , que eso provocó que los jóvenes salieran en masa a las calles. "Y hoy pienso -añadió- que muchos de esos jóvenes se dirán: 'Maldita sea, ¿por qué me quedé en casa?'".

No es lo mismo

Será cierto que no lo decía por ellos. Pero fueron varios los momentos en los que el 'todopoderoso' vicepresidente -que el día anterior había ordenado el desalojo de Sol, según fuentes gubernamentales, por voluntad del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón- parecía estar tratando de persuadirles de algo con ahínco. Como cuando aseguró que PSOE y PP no son lo mismo. O cuando afirmó que hay que recordar a los 'amigos' que hoy se distancian del partido socialista que "la indiferencia nuca construyó hospitales".

Con toda la capacidad comunicadora de la que es capaz, echó mano del historial socialista y defendió que ahí siguen, intactos, todos los avances sociales logrados en democracia. "Nosotros hemos construido ese Estado de bienestar y por eso tenemos que decir a los ciudadanos que no vamos a permitir que nos lo desmantelen", bramó. No negó que se hayan exigido sacrificios, pero alegó que son sólo los ajustes necesarios para hacer las reformas que requiere la puesta a punto del sistema.

"¿Os habéis dado cuenta de que no hay nadie de derechas que diga que es de derechas? Dicen que son de centro reformista que es lo más parecido al nombre de una empresa que rehabilita fachadas -ironizó-. Pero no hay nada mejor para reformar una casa que llamar al arquitecto que la construyó" .

Tampoco faltó una mención a la otra gran bestia negra de los 'indignados': la banca. Rubalcaba recurrió al mismo argumento que José Luis Rodríguez Zapatero cuando dijo aquello de que ni la situación económica de España ni el desempleo son responsabilidad de su Gobierno y que lo único que hace es combatir un mal que generaron otros. Y dijo así: "No es nuestra crisis, no es la crisis de la escuela gratuita, de la sanidad para todos, de los libros de texto... es una crisis financiera" . El vicepresidente adujo además que el PSOE siempre estuvo en contra de ese sistema que ahora demonizan quienes acampan en las calles. "Nosotros siempre hemos querido cambiar, y la cambiaremos -prometió- esa regla siniestra según la cual los beneficios se privatizan mientras las deudas se socializan".