LA INDUSTRIA TABAQUERA SE MUEVE

La fiscalidad del tabaco es «anacrónica»

Un informe de AFI para British American Tobacco urge la reforma de un sistema heredado de la defensa a ultranza de Tabacalera

MADRID Actualizado: Guardar
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La fiscalidad del tabaco es anacrónica y no responde a la realidad del mercado. En realidad, es 'hija' de la defensa a ultranza del monopolio que en su día contaba Tabacalera y ha de cambiar cuanto antes. Esa es una de las conclusiones de un informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), que advierte de que tal y como están planteados los impuestos al sector, los objetivos de recaudación no se podrán cumplir mientras, además, crece el contrabando. A esto se suma que, según AFI, no se consiguen los objetivos de salud pública fijados por el Gobierno.

El análisis, realizado por encargo de British American Tobacco (BAT), aboga por reequilibrar los distintos componentes de la fiscalidad -en línea con los países de nuestro entorno- para, en definitiva, hacer que paguen más las labores que hoy cotizan menos: las picaduras de tabaco de liar y de pipa. Estos dos segmentos, en los que el consumo se ha disparado hasta casi cuatriplicarse en un año por la crisis, han hecho mucho daño al cigarrillo tradicional.

"Esto se les pasó en la última subida de impuestos del pasado diciembre", afirma Juan José Marco, director de asuntos corporativos de BAT, quien llama a atención que la falta de presión sobre esos productos más baratos pone en riesgo el objetivo de frenar el consumo, sobre todo entre los jóvenes. La propuesta de cambio se inclina también por subir de manera notable el impuesto mínimo del sector, hoy en 12,7 euros por cada 1.000 cigarrillos o por kilo de picadura. Marco no se esconde, y reconoce que la fiscalidad que promueve "deja más margen al sector".

Las ventas de tabaco han caído un 25% y la recaudación en el primer trimestre ha cedido un 6,3%. Pero el consumo sólo ha retrocedido un 20% según las cifras oficiales. A juicio de AFI y de BAT, el consumo en realidad ha caído menos, ya que lo que ha crecido ha sido el contrabando, que ambos cifran en un 5% o 6% de lo que se fuma en España.

El responsable de BAT reclama más atención a este problema: "la mayoría de las incautaciones son tabaco, sencillamente falsificado proveniente de China en el que meten hasta excremento animales desecados, las mafias no tienen pudor y nadie hace nada al respecto". Marco estima en 3.000 millones los cigarrillos 'falsos' que circulan al año. Sus cálculos pasan por que en 2011 se consuman unos 60.000 millones de cigarrillos 'legales', muy por debajo de los 72.000 millones del año pasado.

Un guiño al Gobierno

La firma de análisis y su cliente dan por hecho que el Estado tiene casi imposible alcanzar el objetivo de recaudación este año de 8.274 millones (un 4,4% interanual más) por las labores del tabaco que, dicen, se quedarán como mucho en 6.500 millones. Un buen desfase, añaden, que llega en un momento en el que el cumplimiento del objetivo de déficit es, según el propio Ejecutivo, irrenunciable.

BAT encareció diez céntimos a finales de abril sus marcas. Un movimiento que Marco calificó de "guiño" y "gesto de buena voluntad" hacia el Gobierno ante "el drama de la recaudación que hemos visto". Preguntado por ese sorprendente ánimo solidario con la ministra Elena Salgado, el ejecutivo reconoció que, en realidad, la subida –que imitó días después Altadis, propiedad de Imperial Tobacco- se debió a una simple estrategia, la de evitarle a Hacienda la tentación de decretar nuevas subidas impositivas.

Los responsables de AFI explicaron en detalle las 'tripas' de la fiscalidad del tabaco, dividida en tres componentes: uno relacionado con el valor del producto ('ad valorem'), otro específico a tanto alzado y un tercero con carácter de mínimo, fijado por la Comisión Europea y que es esencialmente para el tabaco muy barato.

El estudio propone que el mínimo se actualice cada año, lo que daría certidumbre al negocio y a la recaudación, y que el peso del 'ad valorem' pase del actual 90% sobre la carga fiscal total a no más de un 40% o 60% para subir así el específico. Si no se dan estos pasos, concluyeron los técnicos y la tabaquera, se seguirán incentivando las 'guerras de precios' y, por ende, las subidas impositivas no se trasladarán siempre a precios con el impacto negativo en la recaudación.