Revueltas en el mundo árabe

La Policía dispara contra los opositores al régimen en los funerales en Damasco

Al menos una docena de personas han muerto durante las exequias de las víctimas de ayer en las protestas en la ciudad de Deraa

AMAN Actualizado: Guardar
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Miles de sirios han salido a las calles para enterrar a los fallecidos en las protestas políticas del viernes en las que hubo más de cien muertos, en medio de nuevos brotes de violencia que se cobraron otras doce vidas. El mayor número de víctimas, según activistas de derechos humanos, se ha registrado a las afueras de la localidad sureña de Izraa, cuando la comitiva de un entierro fue atacada a tiros en una carretera. En ese ataque perecieron cinco personas, según ha asegurado el presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, Ammar Qurabi, y el residente de esa localidad Abu Mahmud.

Un periodista de la cadena catarí Al Jazeera que fue testigo de ese tiroteo ha informado que las personas que participaban en el funeral fueron atacadas cuando se encontraban en el paso elevado de una carretera. Activistas de la oposición acusaron con anterioridad a las fuerzas policiales y militares, así como a agentes de civil y partidarios del régimen de ser los responsables de la mayoría de las víctimas durante las protestas políticas.

Además de los fallecidos en Izraa, Qurabi ha señalado que otras cuatro personas murieron hoy en la localidad de Douma, en la periferia de Damasco, que en fechas previas ha sido también escenario de sangrientos choques entre manifestantes y fuerzas policiales. Los funerales se han celebrado en la capital en recuerdo de los fallecidos en las protestas, donde los participantes han clamado contra el presidente. "Bashar al Assad, traidor. Viva Siria, abajo Bashar", gritaban.

Reacción oficial

A pesar de que Siria vivió el viernes la jornada más sangrienta desde que empezaron las protestas políticas a mediados de marzo, hasta primeras horas de esta noche no había habido comentarios públicos de funcionarios del régimen de Bachar al Asad. La agencia oficial SANA se ha limitado a informar de incidentes dispersos el viernes y a recoger una reacción oficial a los comentarios hechos por el presidente estadounidense, Barack Obama, refiriéndose a la ola de violencia.

Obama acusó a las autoridades de Damasco de "reprimir a los ciudadanos sirios con las mismas tácticas brutales que han empleado sus aliados iraníes", y pidió el cese inmediato del "uso indignante de la violencia". En respuesta, una fuente oficial no identificada dijo a la agencia SANA que esa postura "no está basada en un análisis objetivo y completo de lo que verdaderamente está pasando" en el país.

Las manifestaciones del viernes se produjeron un día después de que el presidente sirio firmara un decreto para poner fin al estado de emergencia vigente desde 1963 y para abolir el Tribunal de Seguridad del Estado. Sin embargo, activistas de derechos humanos consideran que esas medidas no pueden tomarse en serio si al día siguiente el régimen respondió reprimiendo a sangre y a fuego las protestas que estaban convocadas para el viernes. En un comunicado dado a conocer hoy, seis organizaciones de derechos humanos condenaron la matanza de ayer y denunciaron las detenciones "arbitrarias" de activistas y otros ciudadanos en distintos puntos del país.