LITERATURA

La compañera sentimental de Larsson teme que el escritor sueco «se convierta en una industria»

Eva Gabrielsson, que fuera compañera sentimental del autor de 'Millennium' durante 32 años, ha presentado un escrito autobiográfico

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Eva Gabrielsson, que fuera compañera sentimental del autor de la saga 'Millennium' durante 32 años, ha advertido hoy en Barcelona que "existe un riesgo de que Stieg Larsson acabe convirtiéndose en una industria, justamente lo que combatió en vida". Gabrielsson ha presentado en la ciudad condal 'Millennium, Stieg y yo' (Destino/Columna), una suerte de escrito autobiográfico y a la vez biográfico del popular autor de género negro.

La autora sueca ha dicho en la presentación que se teme que como Larsson ya no está "todo se convierta en una industria". "Es una situación atípica, ya que el autor en este caso murió antes del éxito del primer libro y nadie le había preguntado por el tono de las películas y otras cuestiones, por lo que existe el riesgo de que se vaya diluyendo todo y al final sólo queda su nombre sobre el libro o el producto", ha manifestado.

En el libro, Gabrielsson vuelca extractos de sus diarios: "cuando murió Stieg, me puse a escribir sin pensar en nada y simplemente salió así, porque no podía entender lo que me había pasado". Aunque el libro puede parecer muy personal, Gabrielsson cree que su experiencia, la pérdida de un ser querido, es algo "universal", a lo que "todos acabamos enfrentándonos".

En el texto, habla de una carta que Larsson escribió en 1977 antes de marchar a África en un tiempo en el que pensaba que iba a morir, una carta destinada a su compañera y que sólo podía abrir en caso de muerte. "Cuando encontré la carta esperaba ver una carta normal, y al día siguiente justamente debía decir unas palabras en un acto de homenaje a Stieg y necesitaba unas palabras para mi discurso, palabras que encontré en esa carta".

Gabrielsson revela que en la misiva, Larsson se despide de ella, le dice lo que ha significado para él su vida conjunta, le pide que siga y que no le olvide. "Es una carta que me ha ayudado a superar ese momento de pérdida, sentir que él estaba ahí comunicándose conmigo", ha dicho. La carta empieza con una reflexión sobre la grandeza del universo y dice qué pequeño se siente en relación a ese mundo infinito.

Problemas familiares

Sobre el conflicto que mantiene con el padre y el hermano de Larsson, "nada ha cambiado", desde la última reunión que mantuvieron antes de junio del año pasado, cuando rompieron los lazos con ella, ha señalado. "Según mi abogada, no tenemos por qué buscar retomar esos lazos, y lo único que puedo decir que para ellos la muerte de Stieg ha sido positiva y ahora es como si tuvieran una autopista sin obstáculos", ha afirmado. En un tono resignado, ha añadido: "Heredé la mala relación que él tenía con su familia desde hacía tiempo y solo puedo intentar actuar de forma profesional, y lo único que he pedido ha sido gestionar el legado cultural de Stieg".

Como ella misma apunta en el libro, "el sistema jurídico sueco es doblemente injusto porque no reconoce a las parejas de hecho en el tema de las herencias ni tampoco permite que esta situación se dirima en los tribunales". "Lo único que ha cambiado es que las parejas que conviven se han acabado casando si piensan que algún día uno de los dos se morirá", pero "está claro que los legisladores se durmieron hace tiempo". Al respecto, pide que haya en Suecia un registro de parejas de hecho, como existe en Francia o en España.

En esa dicotomía entre beneficiarios y perdedores de la herencia de Larsson, Gabrielsson considera que "cuando la herencia se otorga a quienes no han hecho nada, ganan los pasivos y pierden los activos y la sociedad se estanca".

La autora analiza en el texto la génesis de la saga Millennium, que, en su opinión, "no habría existido sin los combates y el compromiso de Stieg Larsson" y asegura que se equivocan aquellos que le ven sólo como un autor de novelas policíacas. También se refiere a la cuarta entrega de la saga, de la que estima hay unas 200 páginas, "en la que podría trabajar con creces", una novela donde "Lisbeth acaba liberándose de sus fantasmas y sus enemigos; cada vez que logra vengarse de alguien que le ha hecho daño, sea físico o psicológico, se borra el tatuaje que representa a esa persona". El contencioso deja de momento a sus lectores sin ese esperado cuarto volumen.