'Cinco metros cuadrados' triunfa en Málaga

No ha habido sorpresas. 'Cinco metros cuadrados' se convirtió en la película favorita del 14 Festival de Málaga de Cine Español desde el momento de su proyección. Hoy ha arrasado en el palmarés, obteniendo la Biznaga de Oro a la mejor película, el premio al mejor guión, el doble de interpretación masculina (Fernando Tejero como actor protagonista y Jorge Bosch como secundario) y el premio de la crítica. El Premio Especial del Jurado ha sido para 'Catalunya Über Alles!', de Ramón Térmens. Begoña Maestre se lleva el premio a la mejor actriz por 'Arriya', película que logra también los galardones de mejor fotografía, mejor vestuario y mejor banda sonora original, y Geraldine Chaplin el de mejor actriz secundaria por '¿Para qué sirve un oso?', filme dirigido por Tom Fernández, quien se lleva el premio al mejor director y además el de mejor montaje. El premio del público ha sido para 'Amigos...', de Borja Manso y Marcos Cabotá.

No ha habido ninguna obra maestra en esta edición del festival, ni siquiera ninguna película imprescindible, pero se ha premiado lo más destacado de lo que había. El veterano director Vicente Aranda, presidente del jurado, integrado también por las actrices Ana Álvarez, Silvia Abascal y Verónica Forqué, por el actor y escritor Carlos Bardem, por el guionista y director Daniel Sánchez Arévalo, y por el escritor Gustavo Martín Garzo, hizo notar que ha sido una labor muy sencilla. "Ningún miembro del jurado defendió alguna película concreta, por lo que se decidió por votación de una manera rápida". En el jurado de la crítica se llegó a plantear dejar desierto el premio, que no se hizo para no perjudicar al Festival.

'Cinco metros cuadrados', que firma Max Lemcke, el director de 'Casual Day' a partir de un guión de los hermanos Pablo y Daniel Remón, es un drama que habla de la corrupción urbanística en el levante español (la película se rodó en Alicante) y del estallido de la burbuja inmobiliaria. Que se inicia cuando un constructor y especulador inmobiliario logra de su amigo y socio, un concejal de urbanismo, la recalificación de unos terrenos para poder edificar un edificio de viviendas, 'El señorío del mar'. Alex (Fernando Tejero, actor encasillado en comedias pero que aquí borda un personaje muy dramático) y Virginia (Malena Alterio) forman una joven pareja de novios que compran, sobre el plano del proyecto, un piso del edificio, donde esperan vivir y crear una familia. La boda se aproxima y las obras no avanzan. Una estructura de hormigón, el esqueleto de una obra abandonada, es lo único que hay del 'Señorío del mar'. El tiempo pasa y Alex y Virginia se ven obligados a vivir en casa de los padres de ella. La inmobiliaria les ofrece una ridícula compensación económica por los ahorros invertidos en la compra. Con las denuncias, llegan también las triquiñuelas legales del constructor, que sigue disfrutando de una vida de lujo ajena a los padecimientos del ya matrimonio en crisis. Solo un desenlace un poco más trabajado y menos previsible separa a la película de la maestría. Con todo, es una película que mira al aquí y al ahora de la sociedad española, con corrupciones municipales, constructores enriquecidos y personas que pierden todos sus ahorros sin un sitio donde vivir.

Premio Especial del Jurado

'Catalunya Über Alles!', Premio Especial del Jurado, segundo largometraje en solitario de Ramón Térmens, también denuncia la realidad actual, en este caso de un pequeño pueblo de la Cataluña interior, donde el racismo, la xenofobia y la intolerancia se imponen en una gran masa de ciudadanos. La película son tres historias consecutivas que se desarrollan casi simultáneamente. En la primera, un violador que ha salido de la cárcel tras cumplir condena es acosado, insultado y despreciado por sus propios vecinos que le hacen la vida imposible, obligándole a un desenlace muy dramático. En la segunda, un inmigrante negro en paro, encuentra trabajo vistiéndose con la barretina y el traje catalán y convirtiéndose en 'El cobrador del frac catalán', siguiendo a morosos, entre ellos a un político ultranacionalista, candidato a la alcaldía del pueblo, y en la tercera, un empresario de éxito, remata a sangre fría un ladrón de la Europa del Este que había entrado en su casa a robar. La película pone de manifiesto el reto de la integración de los recién llegados y de la tolerancia de los vecinos, bajo la demagogia de los extremismos nacionalistas. Es una película de buenas intenciones, muy didáctica que, como 'Cinco metros cuadrados', también hubiese necesitado un repaso al guión.

'Arriya' ('La piedra'), de Alberto Gorritiberea, que obtiene los premios a la mejor música, al mejor vestuario y a la mejor actriz para la casi desconocida Begoña Maestre, es una mirada a un idílico pueblo de Euskadi sin relación con el exterior, con sus vacas, sus mulas, sus 'dantzaris', sus concursos de arrastre de piedras y con dos familias enfrentadas. La piedra del título funciona como símbolo de la pesada carga sobre sus gentes. Un cierto guiño a la esperanza desde un presente anquilosado en el pasado, con tres jóvenes amantes, incapaces de luchar contra la inercia de la sociedad que les rodea, que entrecruzan sus destinos y ven pasar el tiempo alrededor de sus vidas.