intervención en libia

Erdogan ofrece la mediación de Turquía para conseguir un alto el fuego en Libia

La OTAN asume el control militar de todas las operaciones y se encargará de las acciones de protección a la población civil

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha ofrecido la mediación de su país en el conflicto libio para conseguir un alto el fuego y evitar que la nación árabe se convierta en "un segundo Irak" u "otro Afganistán", al considerar que esto tendría consecuencias "devastadoras" tanto para Trípoli como para la OTAN.

En una entrevista concedida al diario británico 'The Guardian', el dirigente turco ha matizado que esta mediación solo sería posible bajo dos condiciones: que sea solicitada por las partes implicadas en el conflicto y que se desarrolle en el marco establecido por la OTAN, la Liga Árabe y la Unión Africana. "Entonces daremos los pasos necesarios para conseguirlo", ha aseverado Erdogan.

"Hay una guerra civil en Libia y tenemos que llevarla a su fin. No podemos ignorar las libertades y los derechos democráticos demandados por el pueblo libio, el cambio no puede ser retrasado", ha explicado el 'premier' turco, en unas declaraciones ofrecidas desde Estambul este fin de semana. Para la consecución de este objetivo, Erdogan ha solicitado la colaboración del mandatario libio, Muamar Gadafi, con quien habló antes de que se produjeran los primeros bombardeos. En su opinión, si quiere detener los enfrentamientos y el "derramamiento de sangre" en Libia, "debe confiar en las fuerzas de la OTAN".

En referencia a la intervención en Libia con el objetivo de establecer una zona de exclusión aérea para proteger a la población civil, tal y como establece la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Erdogan ha indicado que "para Turquía disparar a la población o lanzar bombas sobre ella están fuera de esta cuestión". En este sentido, ha subrayado que, desde la perspectiva turca, el objetivo de esta misión internacional debe ser "salir tan pronto como sea posible de Libia" y "restaurar la unidad y la integridad del país sobre la base de las demandas democráticas de la población".

La sombra de Irak y Afganistán

El dirigente ha advertido de que si el conflicto se prolonga, "habrá consecuencias devastadoras para todo el pueblo libio y las repercusiones no se limitarán a Libia, habrá un impacto directo en aquellos países que han intervenido", ha dicho en referencia a los integrantes de la coalición internacional.

En este sentido, ha alertado de las similitudes con otras misiones en la región. "Me asusta que podamos estar ante otro Afganistán o un segundo Irak. Cuando los fuerzas occidentales entraron en Afganistán, hace diez años, se dijo que era solo para unos días, lo mismo dijeron de Irak. Pero un millón (de personas) ha muerto y la civilización está al borde del colapso. No queremos ver algo parecido en Libia", ha afirmado.

Así, ha apuntado que la misión debe mantenerse al margen de las ambiciones sobre los recursos naturales libios, como el gas y el petróleo, para evitar una costosa factura al país árabe tras la intervención. No obstante, ha señalado que "habrá un precio por estas acciones", ya que nadie puede garantizar lo contrario.

La OTAN, a cargo de las operaciones

Previamente, la OTAN ha decidido hacerse cargo de las operaciones de protección de la población civil libia, lo que implica la dirección de los ataques contra objetivos terrestres, según ha anunciado un funcionario de la organización. Los 28 miembros de la Alianza cerraron un acuerdo para que la OTAN implemente todos los aspectos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles y las zonas pobladas de las amenazas de ataques por parte del régimen de Muamar al Gadafi, ha explicado la fuente.

La decisión, acordada por los embajadores de los países miembros de la organización, supone que la Alianza Atlántica controlará todas las operaciones militares en torno a Libia. "La OTAN aplicará todos los aspectos de la resolución de la ONU. Nada más, nada menos", ha afirmado el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, en un comunicado emitido tras la decisión. "Los Aliados de la OTAN han decidido asumir toda la operación militar en Libia bajo la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", resumía Rasmussen.

La OTAN ya pactó el pasado jueves hacerse cargo del mantenimiento de la zona de exclusión aérea, y ya antes había acordado vigilar con una operación naval el cumplimiento del embargo de armas, también en cumplimiento del mandato de Naciones Unidas. Hasta ahora la vigilancia de la zona de exclusión aérea y la protección de la población civil ha estado a cargo de una coalición de países voluntarios encabezada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos.

Coordinación para proteger al pueblo libio

"Actuaremos en estrecha coordinación con nuestros socios internacionales y regionales para proteger al pueblo de Libia", ha resaltado el secretario general. Rasmussen ha añadido que se han cursado instrucciones al comandante de las operaciones de la OTAN, a fin de "comenzar a ejecutar esta operación inmediatamente".

El teniente general Charles Bouchard, de la Fuerza Aérea canadiense, será el responsable de las operaciones de la OTAN en Libia. Bouchard es actualmente el jefe adjunto del Mando Aliado Conjunto de Nápoles (Italia), desde donde se dirigen las acciones en el país norteafricano.