El Milan ya no es lo que era

El Milan de Massimiliano Allegri no cumple las características que hicieron temibles a los italianos en los ochenta. En lugar de saltar al campo con prudencia y a la espera de una oportunidad aislada para forzar la prórroga los rojinegros se adueñaron del balón de inicio y mandaron en el campo. Solo el azar y la buena colocación de Gallas impidieron el tanto en la clara oportunidad de Robinho en el minuto 15, cuando el atípico triunvirato formado por Flamini, Prince Boateng y Seedorf sorprendía al llevar la iniciativa en el centro del campo.

Pero Harry Redknapp es un zorro viejo y cambió la actitud de sus adormilados jugadores en los vestuarios. Así, los ingleses se convirtieron en protagonistas y dominadores en la segunda parte con la intención de evitar cualquier oportunidad para sus rivales. Con Van der Vaart extrañamente desaparecido en White Hart Lane y Crouch fallando un cabezazo que habría dado la eliminatoria fue potente Sandro el mejor arma de su equipo hasta que Bale saltó al césped para enseñar su factor diferenciador.

La estrategia funcionó hasta que Gomes ejerció de animador sirviendo dos oportunidades claras para Robinho y Pato. Pero ahí también el Milan es un equipo nuevo, uno que no explota el mínimo error del contrario y que se ha quedado fuera de los cuartos de final por no aprovecharlo.

En cambio, los ‘Spurs’ han logrado su puesto entre los ocho mejores de Europa, un éxito sólo comparable a la temporada 61-62, cuando llegaron a semifinales de la antigua Copa de Europa. Allí estará Bale para demostrar su valía y brillantez junto a una de las plantillas más compensadas y completas del continente. Tienen el honor inglés en sus manos.