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Los españoles mantienen la regularidad

Pau mantiene el prestigio dentro del ‘star system’ de la liga con unas estadísticas que casi coinciden con las medias de su carrera

MADRID Actualizado: Guardar
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Marzo rompe la inercia en la NBA después de cinco meses de competición y más de 50 partidos disputados. El All Star y el cierre del mercado de fichajes han puesto punto y final a una primera fase de la temporada en la que nada se ha decidido salvo para los equipos defenestrados por la acumulación exagerada de derrotas, que han decidido olvidarse de este año y ya comienzan a planificar una nueva campaña intercambiando cromos para aligerar al equipo de pesadas cargas salariales y obtener elecciones en futuras elecciones del draft que introduzcan savia nueva que renueve su plantilla. Mientras que la NCAA, la liga universitaria estadounidense, inicia su ‘March Madness’, la fase en la que se decide todo, los componentes de la hermana mayor, estudian al detalle sus estadísticas para analizar dato a dato dónde optimizar esfuerzos y rendimientos para llegar a las eliminatorias finales en la mejor situación posible para alcanzar los objetivos iniciales de la temporada.

En las franquicias de los jugadores españoles el análisis y sus conclusiones son dispares y van desde la búsqueda por parte de los Lakers de Pau Gasol para encontrar la mentalidad perdida que les lleve de nuevo al campeonato, al optimismo de los talentosos Blazers de Rudy Fernández de cara a los ‘playoffs’ a los que aspiran los sorprendentes Grizzlies de Marc, mientras que José Manuel Calderón y sus Raptors vagan por la competición intentando arañar alguna victoria que les ayude a salvar con cierto decoro una temporada que apunta a vergonzosa.

Marzo rompe la inercia en la NBA después de cinco meses de competición y más de 50 partidos disputados. El All Star y el cierre del mercado de fichajes han puesto punto y final a una primera fase de la temporada en la que nada se ha decidido salvo para los equipos defenestrados por la acumulación exagerada de derrotas, que han decidido olvidarse de este año y ya comienzan a planificar una nueva campaña intercambiando cromos para aligerar al equipo de pesadas cargas salariales y obtener elecciones en futuras elecciones del draft que introduzcan savia nueva que renueve su plantilla.

Mientras que la NCAA, la liga universitaria estadounidense, inicia su ‘March Madness’, la fase en la que se decide todo, los componentes de la hermana mayor, estudian al detalle sus estadísticas para analizar dato a dato dónde optimizar esfuerzos y rendimientos para llegar a las eliminatorias finales en la mejor situación posible para alcanzar los objetivos iniciales de la temporada. En las franquicias de los jugadores españoles el análisis y sus conclusiones son dispares y van desde la búsqueda por parte de los Lakers de Pau Gasol para encontrar la mentalidad perdida que les lleve de nuevo al campeonato, al optimismo de los talentosos Blazers de Rudy Fernández de cara a los ‘playoffs’ a los que aspiran los sorprendentes Grizzlies de Marc, mientras que José Manuel Calderón y sus Raptors vagan por la competición intentando arañar alguna victoria que les ayude a salvar con cierto decoro una temporada que apunta a vergonzosa.

Dentro de la disparidad de objetivos colectivos, la labor de los ÑBA en sus respectivos equipos también han sido estudiados y las conclusiones varían, con picos de nivel que muestran fases de rendimiento óptimo y otras más grises, aunque todos ellos cuentan con una regularidad en sus registros.

Pau representa el equilibrio total dentro del excéntrico ‘star system’. Sus números apenas han variado desde que llegó a Los Ángeles, casi clava las medias de su carrera -18,8 puntos, 9,1 rebotes y 3,2 asistencias- con su rendimento actual -18,7 puntos, 10,4 rebotes y 3,5 asistencias-, y se mantiene entre los cinco jugadores más eficaces de la NBA. Aunque los púrpura y oro han mostrado un desgaste que les relega en las apuestas de favoritos al anillo, el catalán cumple su undécimo año sumando prestigio a su dilatada trayectoria en la mejor liga del mundo y confía en retomar a partir de abril su mejor cara, la mostrada en octubre y noviembre.

Con vistas al verano

Calderón es el segundo veterano entre los hispanos. El base ha recuperado protagonismo y ha recuperado su puesto entre los grandes asistentes del campeonato, con 9,1 pases de canasta por choque, a los que añade casi una decena de puntos de media. Pese a comenzar el año con dudas y con su titularidad en entredicho, las lesiones han respetado al extremeño y le han permitido afianzarse de nuevo como el director de juego de Toronto, una orquesta que está desafinando noche tras noche tras la salida de su solista Bosh hacia Miami y pese a los esfuerzos del español por evitarlo. Quizás, el verano sea para Calderón un buen momento para reflexionar y decidir si su etapa en Canadá debe acabar y si un cambio de franquicia puede llevarle a variar el paso y dar un salto en su carrera.

En Memphis, los Grizzlies están encantados con su cinco titular. Marc Gasol siempre cumple. Sin llegar a las estadísticas del año pasado -11,8 puntos y 6,9 rebotes en la 2010/2011, por los 14,8 puntos y 9,3 rebotes en la anterior-, ‘Big Marc’ aporta, además de su demostrada calidad, el concepto de equipo del que carece unos jugadores talentosos como Randolph, Guy o Mayo, pero obcecados en alcanzar objetivos personales por delante de los de la propia franquicia, inmersa en la lucha por regresar a las eliminatorias por el título. De momento, con eso les basta a Gasol, aunque en verano se convierte en agente libre restringido y será cuando haga valer su condición como uno de los ‘center’ con más capacidad del mercado para alcanzar un mayor reconocimiento tanto económico como deportivo.

El último miembro del póquer de españoles es también el que ha pasado por los meses más agitados. Rudy Fernández ha vivido en una montaña rusa que le ha llevado, de pedir que le dejaran volver a Europa para recuperar la alegría, a negarse a cualquier traspaso y afirmar que es feliz en Portland y que su objetivo es renovar para proseguir su carrera en Oregón. Tras un inicio de liga en la que fue perdiendo protagonismo y en la que el escolta vagaba por las pistas con cierto aire depresivo y sin la confianza de su técnico, diciembre supuso un cambio radical. La apuesta de Nate McMillan por su pupilo ha sido respondida por Rudy con actuaciones estelares, que ha mostrado la variedad de su juego, muy alejado del especialista en triples en que había sido encasillado. Los 9,1 puntos y 23,6 minutos que promedia por encuentro no sirven ahora de referencia, ya que en catorce de los 26 partidos de 2011 ha superado la decena de puntos y en diez de los últimos 18 ha disputado más de 30 minutos por choque.