tensión política en el líbano

Saad Hariri regresa a Beirut, dos días después de la caída de su Gobierno

El primer ministro saliente promete cooperar "al máximo" tras hablar con el presidente para tratar de resolver la situación que atraviesa su país

BEIRUT Actualizado: Guardar
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El primer ministro saliente libanés, Saad Hariri, ha prometido que cooperará al "máximo" en las consultas para formar un nuevo Gobierno tras la dimisión hace dos días de los ministros de la oposición, liderada por el grupo chií Hizbulá.

Después de reunirse con el presidente Michel Suleiman, Hariri, que regresó hace unas horas al Líbano tras mantener una serie de contactos con varios líderes extranjeros, ha asegurado que "el Líbano necesita la cooperación de todos", ya que "no hay otra alternativa al diálogo".

Hariri, que se ha dirigido a los libaneses desde la localidad de Baabda, donde se encuentra el palacio presidencial, ha explicado que había analizado con Suleiman la situación que vive el país, una crisis relacionada con el caso del asesinato de su padre y ex primer ministro, Rafic Hariri en 2005.

El primer ministro saliente ha resaltado que la dimisión de los ministros de la oposición es "un derecho democrático", pero ha manifestado su temor de que "esa actitud constituya un precedente, que exprese la incapacidad de los libaneses de lograr un acuerdo sobre un Gobierno eficaz". "Hoy lo libaneses están confrontados a una tempestad. Algunos creyeron que podían cambiar de modo total la situación, imponiendo un orden del día en el Consejo de Ministros conforme a sus intereses, pero contrario a los procedimientos", ha agregado en una crítica indirecta a la oposición.

El Ejecutivo libanés se encontraba paralizado debido al rechazo de la oposición a asistir a las reuniones del Consejo de Ministros mientras no se tomara una decisión sobre el asunto de lo que ellos denominan "falsos testigos" en el caso del magnicidio de Rafic Hariri.

En su comparecencia, el primer ministro saliente ha agradecido al presidente libanés su "sincera cooperación" con el Gobierno y "su insistencia en aplicar la Constitución y hacer más fuerte la coexistencia". Ha señalado también que los esfuerzos sirio-saudíes para sacar al Líbano del estancamiento político desempeñaron un "papel crucial en el mantenimiento de la calma" en el país, y ha instado al conjunto de los libaneses a examinar la situación actual. "El Líbano necesita la sabiduría de sus dirigentes, no hay sustituto al diálogo", ha dicho Hariri, quien se ha comprometido a proseguir junto con sus aliados sus esfuerzos con todas las partes para llegar a una solución lógica en la elección de un nuevo gabinete.

El asesinato de Rafic Hariri, de fondo

Suleiman comenzará el lunes las consultas con los parlamentarios, que durarán dos días, para designar un nuevo jefe de Gobierno, que será la persona que obtenga mas votos. Ayer, el presidente instó al Gobierno a continuar administrando las cuestiones ordinarias mientras se forma un nuevo gabinete, y agradeció a Hariri y a los ministros su labor.

La oposición asegura que solo permitirá la reelección de Hariri en caso de que acepte sus reivindicaciones relacionadas con el Tribunal Especial para el Líbano (TEL), que investiga el magnicidio de Rafic Hariri, ante el temor de que el tribunal acuse a miembros de Hizbulá del mismo.

Hasta ahora, el grupo opositor no ha hecho conocer su candidato al puesto de primer ministro, pero fuentes cercanas aseguran que entre los posibles aspirantes están los diputados Omar Karame y Nayib Mikati, el saliente titular de Economía Mohamed Safadi y el ex ministro Abdul Rahim Mrad.

El primer ministro libanés debe ser una persona de la comunidad musulmana suní, según el sistema confesional en vigor en el Líbano, mientras que el presidente un cristiano maronita (católico de Oriente) y el jefe del Parlamento un musulmán chií. Las Fuerzas del 14 de marzo, como se conoce a la mayoría, anunciaron que volverán apoyar Hariri para que ocupe ese puesto y se espera que mantenga con él una reunión amplia para decidir las medidas a tomar.

La caída del ejecutivo, debido a la dimisión de diez ministros de la oposición y un titular de Estado designado por Suleiman, se produjo cuando Hariri se reunía en Washington con el presidente estadounidense, Barack Obama. Antes de su entrevista con Suleiman, Hariri se reunió con el príncipe de Mónaco, Alberto II, que realiza una visita de dos días en el Líbano, después haber mantenido encuentros con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, en Ankara, y ayer con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en París.