El último zulo de ETA encontrado en Francia ocultaba 150 kilos de explosivos

El zulo de ETA localizado ayer en un monte del departamento francés de Dordoña contenía unos 150 kilos de explosivo, según estimaciones provisionales barajadas en medios de la lucha antiterrorista. El escondite estaba formado por dos bidones de plástico tapados con piedras en un paraje de monte entre las localidades de Montignac y Sarlat-la-Caneda, a unos doscientos kilómetros al este de Burdeos.

Dentro de los bidones había bolsas de basura que contenían una sustancia en polvo de color blanco que podría ser nitrato de amonio, utilizado por ETA para sus explosivos. La capacidad total del escondite era de unos 200 kilos de explosivo, aunque fuentes de la luchan antiterrorista cifran el material descubierto en unos 150 kilos.

El hallazgo lo hizo un senderista que estaba buscando piedras raras; al mover una de ellas descubrió que había algo enterrado debajo, por lo que dio aviso al puesto más cercano de la Gendarmería. Posteriormente se hicieron cargo de las investigaciones los agentes de la Policía Judicial, que durante todo este miércoles han mantenido acordonada la zona mientras los expertos en explosivos procedían a retirar las sustancias almacenadas en los bidones. Los especialistas de la Policía Científica también han trabajado para buscar huellas y otro tipo de restos que permitan identificar a los etarras que escondieron los explosivos.

Cobijo de material etarra

En el departamento de Dordoña los miembros de ETA han perpetrado varios robos de coches y han ocultado material en zulos encontrados en los últimos años. El 22 de marzo de 2009, en una cueva de Antonne et Trigonant, a unos cuarenta kilómetros del zulo localizado ayer, unos espeleólogos descubrieron un bidón en cuyo interior había material para la falsificación de documentos procedentes de un robo cometido por cuatro miembros de ETA el 6 de octubre de 2005 en la localidad de Millau. En la cueva de Dordoña había algunos documentos en euskera, material para la falsificación de documentos y una bolsa con pasaportes colombianos, además de documentaciones de varios países.

A una veintena de kilómetros de Montignac, en la localidad de Gabillou, dos etarras, presuntamente implicados en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton, intentaron robar el 3 de diciembre de 2007 un Volkswagen Golf pero el propietario forcejeó con ellos para impedirlo. Los etarras hicieron un disparo para intimidarle, pero tuvieron que renunciar al robo al caer el vehículo a un foso después de circular durante doscientos metros.