lucha antiterrorista

Hallan en Francia un zulo de ETA con varios bidones

Las Fuerzas de Seguridad investigan si el polvo blanco que ocultaban es nitrato amónico

PARÍS Actualizado: Guardar
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Las Fuerzas de Seguridad han descubierto al norte de Toulouse (Francia) un zulo atribuido a ETA en el que se ocultaban unos bidones que podrían contener material para la fabricación de explosivos. El descubrimiento se ha producido de manera fortuita en la localidad de Sarlat-la-Canéda, en Dordogne, departamento 24, al norte de Toulouse, tras un movimiento de tierras de unos obreros que trabajaban en el desmonte de una ladera cercana.

En el interior de los bidones, oculto en bolsas de basura y con varias inscripciones en euskera, los investigadores han encontrado un polvo blanco que, a falta de la confirmación oficial, podría tratarse de nitrato amónico. Fuentes de la lucha antiterrorista no han podido determinar el estado en el que se encuentra y si está apto para ser usado o si se trata de un escondite antiguo de la banda. Se desconoce también la cantidad. El nitrato de amonio se utiliza en muchos casos para la fabricación del amonal junto al trinitrotolueno (TNT) y aluminio. Se ha empleado en diversos ataques terroristas.

Este nuevo hallazgo se conoce después de que, el pasado 21 de diciembre, se informara de un robo de material informático en una empresa situada en el sureste del país que se vinculó a la organización terrorista. Los autores de ese asalto se identificaron como miembros de la banda y se llevaron tarjetas magnéticas y de crédito vírgenes y en blanco. También un vehículo Citroen Xsara de la compañía.

Localizado un coche robado por ETA

Agentes de la Gendarmería francesa localizaron ayer en el Departamento de Drome ese coche. Según la agencia Vasco Press, había sido incendiado en la localidad de Taulignan, situada cien kilómetros al sur de Bourg de Peage, el municipio donde se cometió el asalto. La quema de los coches utilizados por los etarras es una práctica habitual de los miembros de la banda terrorista para destruir huellas y posibles evidencias. El robo fue perpetrado por dos hombres y una mujer, que contaron con apoyo exterior de otros miembros de ETA. Aprovechando que sólo quedaba un empleado en el interior de la compañía Impuls France, a las ocho de la tarde, redujeron al trabajador y buscaron material utilizado en la confección de documentos y tarjetas de seguridad. Los etarras se llevaron veinte impresoras especiales, más de seis mil tarjetas vírgenes y programas informáticos para la elaboración de documentos. También buscaron unos chips inteligentes utilizados para la confección de documentos de identidad.

El pasado septiembre la Policía gala halló un pequeño escondite con 19 placas de matrícula en la localidad de Montaud, en el departamento de Hérault (sureste). Ese mismo mes las fuerzas de seguridad francesas descubrieron el último depósito de armas de cuyo hallazgo se tuvo noticia en Francia: un zulo con armas vinculado a la organización terrorista y que se encontraba cerca de la localidad de Uzès, en el departamento de Gard (sureste). Ese depósito contenía 29 pistolas de diferentes calibres, 24 de ellas robadas en ese mismo departamento en 2006, y abundante munición de diverso calibre.

Las Fuerzas de Seguridad españolas y francesas desarticularon en 2010 hasta catorce escondites de ETA, cinco de ellos en territorio galo. En estas operaciones los terroristas perdieron cerca de 1.750 kilos de explosivo, incluyendo la desarticulación en Obidos (Portugal) de una base logística en la que guardaban 1.500 kilos, 300 de ellos listos para atentar.