Imagen de la estatua de Venus y Marte en Roma. / Efe
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Berlusconi devuelve el pene a Marte y las manos a Venus

El primer ministro ha encargado la restauración de las estatuas que forman parte del conjunto que está en el pórtico del Palacio Chigi

ROMA Actualizado: Guardar
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El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha encargado la reposición del pene a Marte y de las manos a Venus, las estatuas que forman parte del conjunto escultórico 'Marte y Venus', que se encuentra en el pórtico de honor del Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno.

"¿Por qué en China las esculturas aparecen como nuevas mientras que a las nuestras les faltan los brazos y las cabezas?. Completad esa estatua", dijo Berlusconi, en su momento, según el diario La Repubblica, cuya denuncia ha levantado las críticas desde las filas de la oposición.

La portavoz del Partido Demócrata (PD) en la Comisión de Cultura de la Cámara de los Diputados, Manuela Ghizzoni, ha instado a que el ministro de Cultura, Sandro Bondi, diga si "es normal" que el grupo escultórico de mármol haya sido sometido a una intervención "de cirugía estética violando la normativa vigente".

70.000 euros de coste

La Repubblica ha señalado que la restauración ha costado 70.000 euros y que este gasto choca con la política de austeridad que tanto Bondi, como el ministro de Economía, Giulio Tremonti, han impuesto a la tutela del Patrimonio Artístico italiano y que se traduce en una reducción de un 46% de los fondos para 2011.

Según el diario, el dinero podría haber sido utilizado para intervenciones de máxima urgencia y ha recordado el reciente derrumbe de la 'Domus de los Gladiadores' en el enclave arqueológico de Pompeya, en el sur de Italia y que ha levantado las críticas de la oposición, que denuncia el deterioro del Patrimonio Nacional. Se trata de una intervención llevada cabo por una docena de expertos del Colegio Romano que han intentado imitar los trazos del original. El conjunto escultórico, que representa al dios de la guerra y la diosa del amor con la cara del emperador Marco Aurelio y de la emperatriz Faustina, respectivamente, data del 170 d. C y fue descubierto en 1918 en Ostia, cercana a Roma.