«Se escuchan explosiones y tiros en cada barrio»

Javier Sopeña Arias, un joven de 26 años natural de Badajoz, está escondido en una casa de la ciudad tras huir del campamento. "El ataque empezó a las cinco de la madrugada. Un helicóptero del ejército marroquí avisó de que iban a entrar, pero los saharauis tenían claro que no iban a ceder ni un palmo sin pelea. Fue una a ver quién daba más. Los antidisturbios, militares marroquíes, usaban cañones de agua, gas lacrimógeno, piedras, porras y escudos y los saharauis se defendían con palos, machetes y piedras", explica.

Él fue retrocediendo junto con los saharauis y aunque perdió a sus compañeros de la Asociación Sáhara Thawra pudo llegar a El Aaiún para refugiarse. Ya ha confirmado que todos están bien, escondidos en distintas casas y por el momento no pueden salir a la calle, ya que esta ciudad se ha desatado una Intimada. "Se escuchan explosiones, tiros y peleas constantemente en cada barrio".

Su objetivo, sin embargo, es permanecer en esta ciudad porque cree que la única manera de ayudar a los saharauis es informar de lo que está sucediendo. El Gobierno marroquí no permite que entren en el Sahara los periodistas, por lo que estos voluntarios son la única fuente de información.