PERFIL

Jiménez: una adepta a Zapatero que no logra volver a Madrid

"Estas primarias han hecho más grande, más fuerte y más unido al PSM", ha dicho la ministra de Sanidad, sin perder la compostura

MADRID Actualizado: Guardar
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Trinidad Jiménez ha visto malogrado su intento de volver a la política madrileña, a la que ha estado vinculada varios años antes de dar el salto a la nacional, ya que ha sido derrotada por Tomás Gómez en las primarias para elegir al candidato en las elecciones a la Comunidad de Madrid. "Estas primarias han hecho más grande, más fuerte y más unido al PSM", ha dicho Jiménez, sin perder la compostura y con gran deportividad.

Nacida en Málaga hace 48 años, Jiménez lleva más de la mitad de su vida como militante de los socialistas madrileños y está muy vinculada políticamente al líder del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, hace poco más de una década Jiménez formaba parte del embrión del equipo que ayudó a Zapatero a ganar la Secretaría General de los socialistas, en el Congreso de 2000, frente al favorito, José Bono.

Los que están próximos a ella destacan su amplia capacidad de trabajo y su buen talante y los que la ven desde fuera perciben un carácter simpático y natural. Esos eran los valores que ha intentado hacer prevalecer en estas primarias, aunque no han sido suficientes para imponerse a Gómez.

"Madrid necesita un presidente progresista como Tomás Gómez. Cuenta ya con mi apoyo y esfuerzo con la misma intensidad y pasión que he tenido para pedir el voto para mí", ha dicho "Trini" antes de agradecer a los suyos el trabajo realizado. La sintonía ideológica y política que tiene con Rodríguez Zapatero ha hecho que el líder socialista haya contado en varias ocasiones con "Trini", como es conocida popularmente, y ella siempre ha respondido afirmativamente.

Perdió contra Alberto Ruiz-Gallardón

En 2003, aún con los socialistas en la oposición, Zapatero propuso a Jiménez ser la cabeza de cartel del PSOE en las elecciones al Ayuntamiento de Madrid. Su candidatura también generó entonces algunos resquemores entre los socialistas madrileños, que la veían una advenediza, aunque ella siempre recuerda que era veinteañera cuando se afilió al partido.

En 2003 no pudo evitar una derrota clara ante Alberto Ruiz-Gallardón, pero cumplió su promesa de que se quedaría en el Consistorio, aun perdiendo, y se convirtió en portavoz municipal del PSOE en la oposición durante más de tres años. Justo hasta que Zapatero, que ya llevaba dos años y medio en el Gobierno, la llamó para ofrecerla la Secretaría de Estado para Iberoamérica.

Otros tres años en este departamento antes de subir otro escalón y convertirse en abril de 2009 en ministra de Sanidad y Política Social, donde ha gestionado sin grandes polémicas asuntos como el temor a la irrupción de la gripe A (H1N1), la venta sin receta en las farmacias de la píldora del día después y la aplicación de la Ley de Dependencia. Muy a gusto en un departamento donde puede plantearse impulsar políticas sociales y públicas, Trinidad Jiménez lanzó en agosto pasado su candidatura a las primarias para la Comunidad de Madrid.

Ella sostiene que fue una decisión personal, pero no ha podido evitar que se la viese como la candidata de Zapatero, debido a los elogios que le ha dedicado éste - mayores que a Gómez - y el hecho de que las primarias, finalmente, se han celebrado por el rechazo del líder de los socialistas madrileños a echarse a un lado para permitir el paso a otro cabeza de cartel.