FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El Madrid se estrella ante el Levante

Los blancos prolongan las dudas sobre su juego con un empate a cero ante un rival muy serio en defensa

MADRID Actualizado: Guardar
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El Real Madrid sufrió el revés más importante de lo que va de temporada al empatar a cero ante un Levante perfecto defensivamente. Los de Mourinho realizaron un fútbol plano, sin ideas, y lo más preocupante, volvieron a demostrar su falta de pegada al no materializar las pocas ocasiones de las que disfrutaron. David contra Goliat. El club más rico contra el más pobre de Primera. El equipo menos goleado contra el peor en esa faceta… Cualquier dato o referencia inclinaba la balanza de manera incuestionable hacía el Madrid. Pero al Levante le quedaba la oportunidad de evitar que esas cifras se convirtieran en realidad en el terreno de juego. Porque en el césped los millones desaparecen y sólo quedan once jugadores. Y ahí, los locales igualaron el choque.

El planteamiento del partido fue el esperado. El Madrid salió a mandar, dispuesto a dar un golpe de autoridad en el día que estrenaba el liderato. El Levante esperó replegado su momento a la contra. El juego plano y previsible de los blancos facilitó la labor de los locales. Si el encuentro pretendía ser un nuevo test para conocer el estilo del Madrid de Mourinho el resultado fue el mismo que en sus dos anteriores encuentros lejos del Bernabéu: gris, intermitente y con muy poca fluidez.

Los de Mourinho se obcecaron en entrar por el centro. Cristiano Ronaldo dispuso de un par de ocasiones, pero no encontró el gol. El extremo portugués seguía un guión distinto al de sus compañeros. Acelerado, muy revolucionado, estaba en todas las tanganas y polémicas del choque, lo que fue en perjuicio de su rendimiento deportivo. Con Ozil desaparecido e Higuaín asfixiado en la maraña defensiva granota, sólo Di María ofrecía dinamismo y peligro. El argentino superaba una y otra vez a Del Horno con facilidad pasmosa, pero sus centros no encontraban rematador. Pese a la ineficacia ofensiva, los blancos no perdían la calma. Estaban convencidos de que su superioridad se plasmaría en el campo en cualquier momento. Los pupilos de Luis García no inquietaban a Casillas. Ni siquiera a balón parado. Stuani era un naufrago en una isla desierta y Juanlu bastante tenía con defender y tapar a Xabi Alonso. Sergio Ramos, de central por la sanción de Pepe, vivía tan plácidamente que se atrevió a subir al ataque.

Madrid, desconcertado

Tras la reanudación los espectadores esperaban ver una salida en tromba de los blancos para encarrilar el partido y evitar complicaciones finales. Pero ocurrió todo lo contrario. El Levante fue quien cogió las riendas del choque con una actitud valiente y digna de aplaudir. El Madrid, desconcertado, se vio encerrado en su propio campo y achicó el agua como pudo. Fueron los mejores minutos de los locales. Sin complejos, los granotas se fueron a por el partido, aunque dejaron más espacios para la mortífera contra blanca, con dos velocistas como Cristiano o Higuaín.

Mourinho reaccionó y dio entrada a Benzema y Pedro León en detrimento de Ozil –inexistente- y Di María. Poco a poco, el Madrid se rehízo y volvió a tomar los mandos. Pero el tiempo apremiaba y la precipitación y el nerviosismo empezó a hacer mella en los merengues. Sin juego colectivo, sólo una individualidad les podía sacar del atolladero. Pedro León fue quien más lo intentó en esos últimos minutos. El ex azulón, con gran movilidad, lo intentó por la banda derecha, superando a su par, pero sin encontrar un socio en el área. Benzema no tiró ni una vez a puerta, por lo que Mourinho deberá seguir trabajando la psicología del delantero con más palabras de ánimo. Al Madrid sólo le quedaba la heroica e Higuaín a punto estuvo de lograrla, pero Reina, muy seguro todo el choque, lo impidió y certificó el brillantísimo punto para su equipo. El Madrid sigue en construcción.