El Villarreal tropieza ante un disciplinado Dínamo de Zagreb

Llegaba el Villarreal a Croacia sin haber perdido nunca en su primer partido europeo de la temporada, pero este jueves lo hizo, y con justicia. El equipo dirigido por Juan Carlos Garrido se vio superado por el campeón de la Liga croata y, sobre todo, por un jugador, Sammir, que tiene los días contados en el Dinamo de Zagreb, dada su enorme calidad. El joven futbolista brasileño dio una lección magistral de juego en el medio del campo que propició que su equipo conquistase los tres primeros puntos de la fase de grupos de la Liga Europa.

El Villarreal acusó en la primera mitad la ausencia de Rossi, Borja Valero y Cazorla. El ‘submarino amarillo’ no demostró su teórica superioridad en el campo, jugando muy por debajo de su nivel. El pobre juego de los de Garrido propició que el equipo croata se fuese al descanso con un resultado justo. El conjunto levantino, muy partido en dos, apenas se acercó a la meta rival. Únicamente las internadas de Jefferson Montero por la banda izquierda inquietaron algo la portería del Dinamo. Cerca del minuto 20 un pase en profundidad de Sammir para Rukavina fue aprovechado por el delantero, quien delante de Diego López, marcó el primer tanto. Durante todo ese periodo, la calidad de Sammir se impuso al centro del campo amarillo. Todo lo que tocó el brasileño, con pasaporte croata, se convirtió en peligro para la portería castellonense.

En la reanudación, el dominio de Sammir en la medular continuó. La esperada entrada de Borja Valero y Rossi, y posteriormente de Cazorla, no produjo el efecto esperado para el equipo castellonense. A pesar de llegar más a la portería rival, el Villarreal siguió sin crear peligro. Por pura justicia futbolística, Sammir, el mejor jugador del partido de largo, transformó un gol merecido para el equipo croata a falta de diez minutos para el final. Una buena contra montada por los croatas concluyó con un pase en horizontal en el área amarilla que dejó solo al brasileño. Con tranquilidad, le pegó con la pierna derecha y batió al portero español. Diez minutos después la afición despedía con una sonora ovación al ‘10’ brasileño, que fue capaz, acompañado de 10 compañeros, de pasar por encima de un Villarreal que comienza con mal pie su andadura en Europa.