Irán anuncia la liberación de uno de los tres estadounidenses detenidos hace un año acusados de espionaje

Las autoridades iraníes liberarán el próximo sábado a uno de los tres excursionistas estadounidenses detenidos en la zona fronteriza entre Irán e Irak el 31 de julio de 2009. La fuente del régimen que ha hecho el anuncio no ha dado más detalles de esta excarcelación, por lo que queda en el aire cuál de los tres rehenes será el liberado. Shane Michael Bauer, Joshua Felix Fattal y Sarah Emily Shourd realizaban un viaje desde Siria cuando fueron detenidos por las fuerzas iraníes, que les acusan de espionaje y de entrar ilegalmente en el país.

Sin embargo, las familias de los jóvenes han denunciado en las distintas concentraciones de protestas celebradas desde las detenciones que Teherán no ha presentado pruebas de sus acusaciones ni ha abierto un proceso judicial. De ser considerados culpables, podrían ser condenados a la pena capital. Desde hace casi un año Washington ha demandado su liberación al alegar que simplemente eran excursionistas que se perdieron y entraron en territorio iraní por error. "Creemos con total convicción que no existen pruebas que sostengan cargo alguno", señalaba desde Berlín la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.

Expertos y diplomáticos sugirieron que el momento y las condiciones en que se produjeron las detenciones podrían estar relacionadas con el pulso que Irán y Estados Unidos sostienen a causa del conflicto nuclear. Los tres excursionistas fueron arrestados en julio aunque apenas se supo de su paradero hasta que el pasado 20 de octubre el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, adelantó que serían llevados ante un tribunal cuando se dieran por concluidas las investigaciones. "Una vez terminados los interrogatorios, habrá un proceso judicial y decidiremos después en función del veredicto", explicaba el jefe de la diplomacia iraní, quien insistía en que los tres supuestos excursionistas entraron de forma ilegal en el país y que el régimen iraní ha sido muy claro desde el principio. "Hicimos pública la noticia poco después de los hechos, e incluso pusimos al tanto a la oficina que protege los intereses de EEUU en Teherán", instalada en la embajada de Suiza, ha subrayado.