campeonato europeo de atletismo

Renovar la marcha

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La actuación de los marchadores españoles en la final de 20 kilómetros obliga a una reflexión sobre la otrora perfecta renovación generacional de los especialistas de una modalidad que tantas medallas ha regalado al palmarés en las máximas competiciones.

Ninguno de los tres atletas españoles ha conseguido en Barcelona plaza de finalista, hecho que no sucedía desde los Europeos de 1974 en Roma. En el campeonato de 1978 -Llopart ganó los 50 kilómetros-, un jovencísimo Josep Marín fue quinto en los 20 kilómetros, presagio de sus podios posteriores en Juegos Olímpicos, mundiales y Europeos. Precisamente el catalán, cuatro años después, inauguraba el casillero de medallas en esta distancia con un bronce. Medalla que fue el inicio de podios y más podios. Desde ese Europeo siempre los españoles han sumado algún metal. Por lo tanto es la primera vez en 28 años que España deja en cero esa casilla de la marcha corta.

La sombra de Paquillo Fernández es aún muy alargada. El andaluz está sancionado por dos años -hasta que la IAAF diga lo contrario, son dos años- y ciertamente ha dejado un hueco en la marcha. El español fue el campeón en las dos últimas diciones. También es cierto que Paquillo pensaba dar el salto esta temporada a los 50 kilómetros.

Sin embargo lo que más preocupa hoy por hoy es el relevo de atletas jóvenes. La selección en este Europeo no es muy joven. Salvo el prometedor Miguel Ángel López, campeón de Europa sub23 y hoy sólo decimocuarto, que tiene 22 años, el resto de componentes supera los 30 años. Esa media de edad es aún superior en los dos marchadores de 50 kilómetros -por cierto, sólo dos cuando siempre la selección acostumbraba a tener tres atletas- puesto que Gracía Bragado tiene 41 años y Mikel Odriozola, 37.

Futuro incierto

La nueva savia marchosa podría llegar con el citado Migue Ángel López, Benjamín Sánchez, Francisco Arcilla -campeón Iberoamericano-. En el mundial junior que finalizó hace unos días el Alberto Amezcua no pasó del noveno puesto. ¿Hay relevo? No parece claro. A diferencia de lo que está sucediendo en la escuela de marchadores rusa, como se ha visto hoy o como se aprecia en los rankings, o también en la escuela polaca, que en este Europeo tiene a los dos mejores de 50 en el ranking del año y tres de los cinco primeros.

En categoría femenina el futuro tiene algunos nombres prometedores. El relevo a María Vasco, 35 años, primera atleta española medallista olímpica, debe darse pronto. Beatriz Pascual tiene clase para dar una alegría internacional a sus 28 años, pero falta contrastar su potencial en un Europeo, por ejemplo. La atleta Julia Takacs, 21 años, puede ser el futuro de la especialidad y por detrás hay nombres igualmente esperanzadores como Sara Alonso, Paula Martínez o Sandra Yerga.

La marcha es un sector más potente que otros en nuestro deporte, pero quizás ha llegado el momento de preocuparse por el futuro. La marcha, casi siempre salvadora de actuaciones colectivas, podría seguir teniendo fortaleza aunque sin ese poderío al que nos tenía acostumbrados en las décadas pasadas.