colapso en la capital

Madrid sigue en jaque a causa de la huelga del Metro

La previsión de los ciudadanos palía un tanto el caos vivido ayer en los transportes

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La previsión de los ciudadanos madrileños ha impedido en parte el caos generado ayer tanto en el tráfico como en las principales paradas de autobuses de la EMT, cuando los viajeros de Metro se encontraron sin servicio de trenes por la huelga de trabajadores. Muchos de ellos han salido antes de sus casas para evitar llegar tarde a sus puestos de trabajo, razón por la cual las estaciones de Cercanías, durante las primeras horas de la mañana, presentaban mayor cantidad de gente esperando en los andenes, que esta vez sí han previsto la situación y han optado por Renfe como transporte alternativo.

Una situación similar se producía en las paradas de autobuses, donde aunque hay colas de usuarios, no se han formado las aglomeraciones registradas ayer, cuando la gente tuvo que esperar hasta una hora y media para subirse a un vehículo porque iban tan llenos que en muchas paradas no abrían. A diferencia de la jornada precedente, durante la mañana se podían encontrar taxis libres, aunque el grado de ocupación es mayor que un miércoles normal. Otros han optado por ir andando y la imagen más común cerca de los grandes intercambiadores como Atocha, Chamartín, Plaza de Castilla o Nuevos Ministerios son los ciudadanos a pie.

El tráfico urbano sí se ha resentido, y como ayer, aunque con menos problemas, ha aumentado la presencia de coches en la almendra central un 30% mientras que en la M-30, con las retenciones, sobre todo, hacia el nudo norte, ha aumentado un 22% su tráfico habitual. La situación podría cambiar mañana, puesto que los trabajadores de Metro de Madrid han acordado en asamblea respetar los servicios mínimos del 50% decretados por el Gobierno regional y suspender los paros durante el fin de semana, para decidir el próximo lunes si se mantiene la convocatoria de huelga indefinida.

Cada día de paro 'salvaje' la compañía deja de ingresar 3,2 millones de euros frente a los 3,5 millones que cuesta un día normal, que en su mayoría no se han podido ahorrar porque son costes fijos, como es el caso de la limpieza o la seguridad.

El Gobierno culpa a Aguirre

Mientras los andenes siguen vacíos, el Gobierno y los sindicatos acusan a la Comunidad de Madrid de no atender a su responsabilidad sobre los paros. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha reclamado a Esperanza Aguirre que "ejerza" la "responsabilidad" que tiene ante la huelga y "canalice" el conflicto, garantizando a los ciudadanos "una solución para su movilidad". "Cuando se tienen responsabilidades de gobierno, hay que ejercerlas, asumirlas y dar soluciones", ha enfatizado.

De la Vega ha mostrado su "respeto absoluto" al derecho de huelga de los trabajadores así como su "respeto" a que los ciudadanos puedan acceder a los servicios mínimos, "sobre todo cuando se trata de un servicio público". En este sentido, ha puesto de relieve los "trastornos" que se están ocasionando a los ciudadanos que deben llegar a sus centros de trabajo.

Desde la Comunidad, la presidenta ha replicado al apuntar que si la huelga "no es una huelga política, que venga Dios y lo vea", y que "pocas veces se ha visto más claro cómo los sindicatos actúan de correa de transmisión de maniobras políticas". Aguirre se ha referido a este asunto en una intervención ante el Comité Ejecutivo Regional de su partido, donde ha vinculado la huelga 'salvaje' con la frase que en su día pronunció Zapatero: "Hay que ganar Madrid como sea". El portavoz del PP en la Asamblea regional, David Pérez, ha lamentado que la vicepresidenta primera del Gobierno "insulte" a los madrileños "al ponerse al lado de los piquetes".

Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, considera que "los sindicatos se han equivocado profundamente" al incumplir los servicios mínimos y mantener una postura "incívica, insolidaria e ilegal" que, a su juicio, va a hacer que se pierdan otros "muchos" empleos. El regidor ha afirmado que la "obligación" de cumplir los servicios mínimos no es sólo "legal" sino "moral", ha defendido que "no tienen derecho los sindicatos de Metro a hacer lo que están haciendo con los madrileños" y ha avisado de que Madrid está "en una situación de emergencia con la amenaza de una huelga indefinida".

Origen de las protestas

En el origen de las protestas se encuentra la decisión del Gobierno regional de rebajar el sueldo de los empleados públicos un 5%, adaptando la normativa estatal. La única diferencia es que el decreto madrileño se aplica también a las empresas públicas, entre las que se encuentra Metro de Madrid. No obstante, el caso de los trabajadores del suburbano es distinto al de otros empleados públicos, ya que ese recorte se podrá efectuar en cualquiera de las partidas del capítulo primero, no sólo en los sueldos.

A juicio de Esperanza Aguirre, esto es lo que deberían de estar negociando los sindicatos con la empresa en lugar de estar "amenazando" con "reventar Madrid" con sus paros y de dejar sin servicio a la ciudad. De hecho, Metro de Madrid comunicará hoy los primeros expedientes sancionadores a unos 200 trabajadores, según ha avanzado el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, quien ha resaltado que desde la Comunidad van a "llegar hasta el final porque esto es un atropello", aunque ha concretado que no todos los expedientes abiertos acabarán en despidos porque una "gran parte" de los empleados no han ido a trabajar por la "presión de un grupo de sus compañeros, los más radicales".

Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, no descarta que haya que pedir ayuda al Ejército para que los militares conduzcan los convoyes de Metro, en caso de que continúe la huelga que los trabajadores llevan a cabo desde el lunes. Asimismo, ha confirmado que Metro de Madrid está negociando con empresas privadas de autobuses para contar desde mañana con una flota de vehículos que cubra los mismos itinerarios de las diferentes líneas de la red del suburbano.