Explosiones accidentales en edificios de la Guardia Civil

La explosión que se ha registrado en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid), en la que una persona ha muerto y otras doce han resultado heridos leves, es la segunda que se produce en este centro del Instituto Armado desde que en 2002 otro accidente provocase heridas a tres agentes.

Ese año, el 4 de junio, tres guardias civiles resultaron heridos, uno de ellos grave, al explotar una bengala de señalización marina que manipulaban en el transcurso de unas prácticas en el centro de Valdemoro.

En esta década, el suceso más grave en una escuela de la Guardia Civil se produjo el 1 de diciembre de 2006, cuando un alumno falleció y otros dos resultaron heridos durante unas prácticas de tiro en la academia de oficiales y suboficiales de Baeza (Jaén).

Además de estos sucesos, han sido varias las explosiones accidentales que se han producido en instalaciones del Instituto Armado que han causado heridos. El 21 de julio de 2009 un cabo sufrió heridas graves por una deflagración mientras manipulaba pólvora en un cuartel de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Anteriormente, el 3 de julio de 1998 otro guardia civil sufrió heridas muy graves cuando desactivaba un cohete granífugo en una cantera de Castellón.

El 24 de marzo de 1997 la explosión accidental de una granada que transportaba en un vehículo todoterreno causó heridas graves a un subteniente de la Guardia Civil junto al cuartel del Cuerpo en Almendralejo (Badajoz).

El 31 de diciembre de 1993 un artificiero sufrió quemaduras en las manos y en la cara al producirse una deflagración cuando hacía prácticas en el taller de desactivación de explosivos de la Guardia Civil en Castellón. Pocos días antes, el 17 de diciembre de 1993, también un guardia civil perdió la mano izquierda por la explosión de un cohete ganífugo que intentaba destruir, en el campo de tiro de Ojós, cerca de Archena (Murcia).